¡No todo se vale!

En medio de la estrategia política del ‘todo vale’, el miedo, populismo y los discursos de odio se han constituido en tres de las principales armas para tratar de conseguir votantes.

La salud, inexistente en la campaña presidencial

El sistema de salud colombiano enfrenta retos estructurales que no pueden ignorarse ni manejarse a la ligera por quienes aspiran a la Presidencia de la República y que no se podrán superar con propuestas populistas o continuistas.

La cultura del bipartidismo aún vive y hay que superarla

En gran medida, la polarización radical y la idea de que todo se reparte entre dos bandos en la democracia colombiana –o entre dos candidatos a la presidencia-, nos muestra que la cultura del bipartidismo aún nos condiciona y encarcela políticamente.

El Nuevo Liberalismo en defensa del Estado Social de Derecho

Mucho tiempo ha pasado desde la aprobación del programa político del Nuevo Liberalismo, basado en la justicia social, una verdadera democracia, la autonomía territorial, el Estado Social de Derecho y la dignidad del pueblo, entre otras, durante el primer congreso nacional del partido, en agosto de 1985. Ese programa no sólo era un requisito legal. Era el marco conceptual dentro del cual se esperaba fuera desarrollada la transformación social e institucional de Colombia.

Ha renacido el Nuevo Liberalismo

A todos los que votaron por los candidatos y candidatas del Nuevo Liberalismo y a la consulta presidencial de la Coalición Centro Esperanza, al Senado de la República y a la Cámara de Representantes, les entregamos todo nuestro agradecimiento. Pero no sólo por votar por quienes dieron un paso al frente e hicieron parte de las opciones electorales, sino por sembrar las semillas de la construcción de una nueva fuerza ciudadana y democrática en el escenario político colombiano. 

La cultura no puede seguir siendo la cenicienta

Una de nuestras fallas estructurales en materia de políticas públicas es que el sector cultural siempre ha sido visto como algo de poca importancia. Hoy se destinan pocos recursos para este sector; nuestros artistas no cuentan con el apoyo institucional necesario para poder desarrollar su talento y hacer de su producción cultural un motor de desarrollo para ellos y para toda la sociedad colombiana. Nuestros gobiernos siempre “sacan pecho” hablando de nuestra diversidad cultural, pero esto no es más que hipocresía. 

Una nueva generación de empresarios

Una de las fallas estructurales de nuestra economía es que sus niveles de productividad son muy bajos. Aún tenemos muchos sectores empresariales donde no existe el acceso a la ciencia y la tecnología. De seguir por ese rumbo, será imposible superar la gran dependencia que tenemos hoy de la minería y los hidrocarburos. 

Con hambre no hay justicia

En Colombia no hemos podido superar el hambre y esto no puede seguir así. Hoy, más de 21 millones de personas no se pueden alimentar de manera adecuada en nuestro país. Esto queda corroborado a partir de una investigación de Abaco - Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia- en la cual, con base en lo establecido por el Icbf en las guías basadas en alimentos para la población colombiana mayor de 2 años, se muestra que una persona, en promedio, necesitaría 423 mil pesos al mes para comer aceptablemente; pero hoy la realidad es que 21 millones de colombianos y colombianas apenas consiguen 331 mil pesos mensuales. Lo que los ubica, según el Dane, por debajo de la línea de pobreza. 

Navegabilidad del Magdalena

Wades Davis en su maravilloso libro, “Magdalena, Río de Sueños” explica cómo el pasado, el presente y el futuro de Colombia están, inexorablemente, atados al río grande. Un majestuoso cuerpo de agua que ha sido abusado, abandonado y golpeado por la deforestación y la contaminación, además de tener que haber sufrido décadas de gobiernos muy cortos de entendimiento sobre la importancia de su existencia para todo el pueblo colombiano. Ya no podemos seguir postergando el revivir al río más importante de nuestro país. Por ello, mi propuesta no es sólo garantizar la navegabilidad del río o el acceso permanente y confiable al puerto de Barranquilla, es recuperar el río desde sus fuentes hasta su desembocadura. El Caribe y el país entero deben tener algo muy en cuenta y es que el desarrollo de Colombia nunca será pleno si no salvamos el río Magdalena.