Berracundeo: Masonería y música

Iniciaba bachillerato cuando leí el primer libro sobre Francisco Miranda y al preguntarle al profesor sobre el personaje me indicoó que no lo estudiaríamos porque había sido masón.

No pedí explicaciones ni traté de averiguar por la masonería. Tenía suficiente con mi partido y mi religión que en esa época la veían como algo peligroso pasa la sociedad. Con el paso del tiempo, conocí el papel importante que jugó la masonería en la Revolución Francesa y en la Independencia de América, movimientos sociales  en los cuales se destacó Miranda. Supe de obras sociales a favor de los pobres en Ibagué y siempre admiré y respeté como ciudadanos ejemplares a algunos masones que conocí.

La semana pasada, gracias a la amabilidad del Historiador Hernando Bonilla Mesa, recibí un ejemplar de la segunda edición de su obra “EL Q .. H ..  WOLFGANG AMADEUS MOZART”, una resumida biografía de este amante de la libertad considerado el  mejor músico de la humanidad y gran impulsor de la música alemana. Interesante y bien documentada la reseña histórica sobre la masoneria austriaca  que tenía como premisas fundamentales Libertad, Igualdad y Fraternidad, de las que se apropió la Revolución francesa. Da una imagen de lo que distinguía a un masón: obediencia a la ley moral y “sus actos deben ajustarse rigurosamente a su propia conciencia. Jamás podrá ser ateo ni dogmático en materia religiosa. La tolerancia y el amor a sus semejantes deben estar presentes  en todos los ángulos de su vida de relación, …”, rinde culto a la libertad y lucha contra toda forma de esclavitud.


Defiende la “tolerancia y el amor fraternal,…la dignidad del individuo, independientemente de su cuna,…” . Como para soñar en un país guiado, orientado por estos principios.


La parte dedicada a Mozart y su música es emocionante hasta para quienes desconocemos del tema.


Ahora envidio a Jaime Corredor, Rocío Ríos y otros amigos que tienen por costumbre reunirse a escuchar ópera. Vale la pena ese goce espiritual. La Flauta Mágica, el Réquiem y otras obras reseñadas retrasaron mi viaje a Purificación, pero me dejaron renovado.


Felicitaciones a Hernando Bonilla por este aporte bibliográfico hecho con la rigurosidad y el entusiasmo de quien ama a su tierra, la historia y la música.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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