Estas las razones principales, además de las fisiológicas para que el ser humano haya dependido siempre del agua y la tierra y para que los primitivos pobladores de América se preocuparan por su defensa y conservación.

Estos elementos portadores  o creadores de vida han sido el origen de muchas guerras, destrucción y muerte, especialmente desde cuando con el hombre fueron convertidos en mercancía. El fenómeno, que fue prácticamente universal, ha sentado sus reales en el país y ha sido noticia destacada desde cuando los terratenientes y los politiqueros enterraron la Ley de Tierras de López Pumarejo, con la colaboración de las armas del Estado. En esos años fue mucha la tierra robada violentamente a los campesinos. Posteriormente, con Lleras Restrepo se intenta una reforma agraria que fue sepultada por terratenientes y una clase económica que emergía utilizando la violencia. Llegaron las alianzas entre jefes liberales  y conservadores, con la ayuda de algunas autoridades, para apoderarse de la tierra y bienes de los asesinados a desplazados. Fueron  los días de los Llanos invadidos por tolimenses que huían para salvar sus vidas, de la chulavita coleccionando orejas de liberales asesinados, del nacimiento de las verdaderas autodefensas campesinas, de  Juan de la Cruz Varela, de los Arboleda, de Tirofijo y otros. Buenos días de Eutiquio Leal editando en mimeógrafo el primer periódico de los insurgentes y escribiendo Bomba de Tiempo.

En los años sin cuenta se crearon los Tribunales de Conciliación y Equidad para tratar de recuperar las tierras robadas, abandonadas o “negociadas a menor precio” o entregadas en administración a otra persona por causas originadas por la violencia.

Funcionaron en Ibagué, Guamo y Armero con resultados poco divulgados. El trabajo se ayudaba con los Grupos Polivalentes (médico, odontólogo, trabajadora social, abogado, agrónomo, …). Un experimento en el cual la presencia del Estado era para tratar de solucionar problemas y no para repartir plomo y que no se ha repetido y no se puede hacer para no asustar a los que desde el cuarenta y ocho se dedicaron a vivir de la violencia en Chaparral, San Antonio y Líbano, para citar pocos ejemplos. Por esos días nacieron los núcleos escolares.

Pero como el daño hay que hacerlo completo, hoy en día  se trabaja, con la ayuda definitiva del Estado, para dejarnos sin agua. Los páramos y las mejores tierras se entregan a las multinacionales para que destruyan el medio ambiente a cambio de unos pesos, de ríos y quebradas contaminados de cianuro y mercurio.

Las cuentas de los ríos parece que dejaron de ser propiedad de la nación, las maderas del Chocó salen de contrabando y tale, contamine y lo que quiera, pero de rodillas ante los que pagan por destruir la vida. Y lo que sobra se lo roban los corruptos, los violentos y los magistrados vendedores de pensiones. No se queje. Siga haciéndose el pendejo.

*- Ñapa.- Purificación despidió con sanjuaneros a Urbana Díaz. Un adiós merecido por ese ejemplo de trabajo, de generosidad,de solidaridad y de alegría. Ahora se prepara para una Semana Santa con la solemnidad y majestuosidad que merece la Parroquia Nuestra Señora La Candelaria.