Berracundeo: La madre pal que no robe

Esta parece ser la frase, lema o consigna de nuestros politiqueros, mafiosos, funcionarios corruptos, directivos de EPS y hospitales y demás depredadores del erario y el bienestar de los colombianos.

Varios billones de pesos robados por EPS y ni un directivo en la cana. A lo robado le deberían sumar el costo en vidas.

De todos modos nada les va a pasar a los ladrones ni a sus cómplices en instituciones oficiales. Una mirada a la Dirección Nacional de Estupefacientes y los verá a todos disfrutando lo robado.


Ejemplo de enmarcar lo dan miembros de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura con joyas que parecen rechazados de una pandilla de ladrones de cuello blanco.


Lo robado en el Hospital Meissen (Bogotá) logró el milagro de poner de mal genio a Guillermo Alfonso Jaramillo. Las tragedias producidas por los inviernos y la improvisación oficial solo han generado fuentes de robo de dinero del estado.


Los aportes para vivienda de interés social solo alcanzaron para entregar cajas de fósforos como casas en El Salado. El lote para construir un colegio en Ibagué se convirtió en guaca de ladrones.


Las cooperativas para burlarles prestaciones a los trabajadores solo roban a los vaciados. Los contratos de obras en el sector oficial no han dejado de ser fuente de enriquecimiento ilícito.


Supuestos gestores culturales organizan sacada de dinero oficial con invitados no invitados y par comodines, tal como se volvió costumbre con la hojarasca editorial.


Normal tumbarle plata al estado aun recurriendo al chantaje  del micrófono. El robar, pero al por mayor, da prestigio y poder económico, social y político. Los ejemplos hacen cola desde la violencia pasada. Eso lo han entendido las nuevas generaciones y es por esto que, entre otras vainas, causa preocupación la suerte del Tolima y del país.


Anteriormente se jugaba a la vieja. La vieja para el que llegue de último. La vieja para el que no se tome el tinto con sal o bobadas por el estilo, pero, como podemos ver, el juego ha cambiado.


Ñapa.- Agradable recordar los tiempos del colegio, los partidos de fútbol en la cancha del Hipódromo, hoy plaza de la 28, y los campeonatos de básquet en Belén.

Y mejor si se hace con personas como Luis Alberto Triana, el mejor futbolista y basquetbolista de la época, y Jesús García, futbolista del Hipódromo.


Triana es recordado como un fiscal correcto y de buen trato, mientras García fue un magistrado ecuánime, estudioso y preocupado por el bienestar de los funcionarios del poder judicial. Recordamos lo deportivo y carreteamos sobre la situación del país hasta que nos pusimos de acuerdo que solo nos queda recordar lo bueno.


Credito
HECTOR GALEANO ARBELAEZ

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