Toca hacer camino

Derrota de Uribe y una mano a la paz, más que de apoyo a Santos, fue lo que quedó de las pasadas elecciones, además de la utilización de artillería innoble no propia de un debate que merecía haberse centrado en ideas.

Los palos de aguacate no dan naranjas y los partidos tradicionales sin ideología y sin verdaderos líderes solo producen lástima. Vergonzoso el espectáculo de “fejes” supuestamente conservadores tendiendo el petate al mejor postor o de fejecitos de corto vuelo intelectual y moral cuyas aspiraciones no pasan las de ser alfabetizados por decreto o llegar al parlamento a legislar en favor de los paramilitares que según afirmaron nunca existieron en el Tolima. El partido liberal se mostró como una colcha de retazos liderada por generales de cocteles con soles regalados por sus apellidos y no en las batallas, ya que a ellas no van para conservar su maquillaje. Esos personajes de circo sin carpa, aparecen retratados en el libro “Pa que se acabe la vaina”, del escritor tolimense William Ospina, escritor que tanto incomoda a unos sirvientes del sistema y ahora condenan por hacer uso del derecho de opinar. No sin razón a Santos le fue en el Tolima como perro con rabia en misa. De poco sirvió el esfuerzo del senador Guillermo Santos en una campaña que gerenciada por la empresaria de los cheques chimbos con la traída de Julio Iglesias y con la carga de corrupción del programa presidencial desarrollado por la Escuela Galán y el oscuro manejo de los recursos de patrimonio cultural. La izquierda hizo su trabajo y al parecer salió fortalecida y con ganas hacer un trabajo unido. Peñalosa sigue perdiendo por falta de carácter. Pachito Santos fracasó con su Bloque Capital, su aspiración a la candidatura presidencial y ahora disparará como loca a la alcaldía de Bogotá, para después lanzarse como inspector de policía de Suguevita, su merce.

La rumba viene sin orquesta porque la mano de promesas no da ni pa tocar maracas. Uribe seguirá pataleando para no volverse objeto de exportación. Santos tiene que arrancar su segundo periodo dándole un vuelco a su mediocre gabinete. Ese ministrico de defensa debe irse de palafrenero de Uribe, porque peor no lo pude hacer. El de agricultura solo está al servicio de los palmicultores y de los especializados en tumbar baldíos y legalizar lo robado a indígenas y campesinos. Medio ambiente, minas, cultura y siga podando. Deje a Naranjo quieto para evitar el ruido de sables de los retirados. Fuerte reforma a la justicia para cuadrar cargas y evitar ver de magistrados a personajes tan funestos como Henry Villarraga, o presenciar los escándalos que a diario nos regalan las cortes. La lucha contra la corrupción tiene que dejar de ser palabrería. La titulación y restitución de tierras tienen que caminar con la velocidad que reclaman los campesinos. La educación tiene que tomarse en serio y salir de la carreta de pendejos. La salud es para el bienestar de los ciudadanos y no puede seguir en manos de vulgares ladrones. El servicio militar debe dejar la mano de obra de los campesinos en sus sitios. Los insumos agrícolas, incluyendo las semillas, deben favorecer a los trabajadores del campo y no solo a monopolios. El contrabando, especialmente de productos agrícolas debe ser frenado. La represión de la protesta ciudadana debe ser suprimida. Si Santos no se amarra los pantalones, se los quitan y le dan la pela todos los grupos de la oposición.

Credito
HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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