Así ques qués

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Por fin apareció un elemento que está produciendo la unidad de los políticos y la clase empresarial del país. No es la paz, sino el escándalo de Odebrecht que les está pisando los callos a todos, presidentes, ministros, altos funcionarios y cuadradores de contratos, por su vinculación a la corrupción y que los deja sin autoridad para mostrarse como defensores del país.

Ya comenzaron las disculpas, las cortinas de humo, las reculadas y las maniobras judiciales como las del fiscal que por arte de magia convierte en contravención electoral un delito. Lo normal. Todos se tienen que ayudar, así sea poniendo de chivos expiatorios a correligionarios sin mucho peso político y aunque digan que se metieron a la piscina sin saber que el agua moja. Tienen ahora varios frentes: demostrar que los directivos de Odebrecht y la Fiscalía de los Estados Unidos están mintiendo, oponerse a la verdad pactada en los acuerdos, que ya lo están haciendo y maniobrar por debajo de la ruana uniones para salvar los restos de sus moribundos partidos carentes de ideología y de líderes con vocación de servicio y peso intelectual y político.

Lo de la justicia transicional los tiene preocupados. Tendrían que contar sobre sus crímenes tan ocultos como sus bienes conseguidos violentamente. En la política es el paseo a un río con aguas contaminadas. A Cambio Radical les sacarían sus avales a candidatos con vínculos con el paramilitarismo, varios de ellos condenados por asesinato. A su jefe le enrostrarán, sin embargo, su delicado coscorrón a su fiel y humilde guardaespaldas y además su falta de diplomacia al insultar a los venezolanos.

Sería de esperar, pero no nos hagamos ilusiones, que salga a flote todo el daño que le ha hecho a Colombia la corrupción, permeando todos los estamentos del Estado, incluyendo la Fiscalía durante el periodo de Luis Camilo Osorio, con procesos bien escondidos, la alianza de Pablo Escobar y Uribe, que funcionó de maravilla cuando este perteneció al PP de Ernesto Samper, el proceso 8.000 que solo sirvió para que Serpa se luciera como defensor del delito y enterrador del proceso.

Como están las cosas y sin hablar de lealtad nos toca esperar una alianza entre Uribe y Vargas Lleras, enemigos acérrimos de la paz.

Vainas de la ley de compensación. Santos se la hizo a Uribe y Vargas Lleras a Santos. Como Justo me cela, …

Los conservadores no tienen candidatos con peso en la cola y los liberales menos. Que entré el diablo y escoja si los jóvenes no se despiertan.

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