Caimos en uno de hoyo

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

La cantidad de títulos universitarios del Presidente a ‘control remoto’, no le han permitido tomar el norte y no ha encontrado quién le regale una brújula. Más desorientado que quien pontifica sobre la cuadratura equinoccial de la física rupertiana. No más impuestos y pone a los pobres a pagar hasta por pensar. Apoyo a la cultura y clava fuertes impuestos a los espectáculos, y para meterle naranja al de hoyo, pone impuesto a los libros, incluyendo a los infantiles para que entendamos la inconveniencia de poner a leer y pensar a los niños.

Quiere tanto la paz que le pone talanqueras a todo lo que signifique consolidarla, para que entendamos que los amigos de la guerra amarraron la burra con cuatro rejos. Defiende tanto la transparencia que nombró de embajador a un procurador destituido por malas mañas, y otro embajador es el ‘loquito’ de las parrandas vallenatas, que sueña con pistolas eléctricas para calmar estudiantes y con una intervención militar a Venezuela. Al ministrico de guerra parece que lo dejaron cargando un galón de glifosato en las manifestaciones de estudiantes.

Muchas promesas de defensa del medio ambiente y desde un ministerio se impulsa el uso del fracking, los entes de control permiten deforestar la minería ilegal y todo lo que signifique destrucción de la naturaleza. Dizque esos organismos tienen la utilidad de las tetas de los hombres. Defienden tanto la naturaleza, que ponen los servicios de seguridad del Estado a la orden de los extractivistas, para darle madera a los que defienden el medio ambiente.

Mire lo que está pasando en la Reserva de Galilea, antiguo cementerio de los que huían de las masacres de los chulavitas y los al mando de Forero Gómez. Pero no importa porque es otra oportunidad para joder campesinos, como lo están haciendo con los indígenas de Ortega.

Nos carrasquillean cínicamente, vuelve y juega el periodismo fletado, nos llenamos de especialistas que pontifican sobe la economía naranja, sin entender el significado de la cultura. Claro que van a salir adelante los proyectos para redistribuir la tierra de los campesinos y que podrían ser liderados por la ‘Paloma’ que dejó en paz las estatuas de Popayán y de la Vacaloca. Ni se sabe qué va a hacer este gobierno con la Declaración de los derechos de los campesinos, aprobada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, entre ellos: derecho a tener una tierra para trabajar, derecho a acceder a semillas para sembrar y distribuir los productos de sus cultivos, ingresos y medios de vida dignos y protección a la mujer. Le pone el trompo en la uña a los que necesitan la violencia para seguir manejando el país.

.- Ñapa. La Coral Ciudad Musical, con más de medio siglo interpretando y divulgando nuestra música, es el sitio ideal para la tertulia con buena música y excelente atención, cuando se requiere los servicios de los músicos para serenatas y recepciones.

Entre las agrupaciones que hacen parte de la Coral, se encuentra la agrupación Canon 3 integrada por Alberto Portilla, Fabio Restrepo y Carlos Ballesteros, de amplia trayectoria nacional y con un buen repertorio de música colombiana e internacional. Excelentes caballeros y buenos contertulios. Es una hermosa experiencia tertuliar con su música.

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