Sancochando

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Mientras el fiscal maniobra y gana tiempo para utilizar la refundición y la ocultación de la rumba con las operaciones Odebrecht-Sarmiento y Compañías, otros luchan por convertir en plato nacional el sancocho que están preparando, los que quieren borrar del mapa el Centro de Memoria Histórica, por temor a la verdad.

Y como si se tratara de una simple “coima marica!!”, el fiscal “cianurito”, pretende pasarse, por donde sabemos, el tan cacareado estado de derecho. Sin empacho desconoció una sentencia de la Corte Constitucional que es la última palabra sobre la ley que le da vida a la JEP. Una jugada barata que demuestra una vez más para qué está utilizando la fiscalía y lo poco que significan las víctimas del conflicto, que son el corazón del proceso de paz.

Por ese mismo camino va el futuro del Centro de Memoria Histórica, dirigido desde su fundación por un hombre berracamente tolimense como es Gonzalo Sánchez, quien resumió su trabajo así: “En estos años hemos trabajado por y con las víctimas del conflicto armado. Y a ellas nos debemos. Nuestro compromiso sigue intacto”.

Pero el compromiso del nuevo director Darío Acevedo también sigue intacto, pero no con las víctimas sino con Uribe y José Obdulio, negando de entrada la existencia del conflicto interno y por esa vía cerrando la posibilidad de conocer la verdad.

Al sancocho se le agregan los títulos de especialización de Peñalosa, que le dieron alas para talar árboles y mandar al carajo zonas de protección ambiental, para pagar favores personales dando ejemplo de ética política, la ingenuidad o el oportunismo de quienes creen que debe respaldarse la carrera politiquera de candidatos con pasado para-político, o que hacen ostentación del dinero y títulos obtenidos en garitos y con juegos de azar, los que toleran el abuso sexual contra niños y aplauden a los estafadores que traman a ingenuos con la venta de milagros y misas de sanación.

No se puede dejar por fuera la delincuencia cultural del Tolima con su Corporación Festival Folclórico con cuentas por debajo de la ruana y los necrófagos de Armero, a los que convirtieron la honestidad y la justicia en hojas de pringa moza (porque desapareció la lengua de vaca), los carramplanes que se rastrillan en la Cámara de Comercio de Ibagué, a los que consideran a Hidroituango un ejemplo de contratación para robar al Estado, con alianzas mafiosas entre funcionarios y empresarios corruptos con poder que les importa un carajo la vida de los afectados y los daños ecológicos y sociales que dejan en el olvido sin importarles el futuro del país. Todos tranquilos que nada les va a pasar.

Claro que no sobra recomendar, si no quiere botar su voto, mirar con cuidado el pasado, la formación, intelectual ética y la experiencia administrativa de los que le van a lagartear su voto. Sobran muñecos de musgo a los cuales nadie les puede dar figura. Piense en el futuro de la ciudad y del Tolima.

*.-Ñapa de moda.-Por qué Leonidas López, dice más de uno, le dio por meterse a un escusado de hoyo?

* Ñapa.- Me bajé de la cuja cuando me di cuenta que no tenía la compañía del ángel de la guarda y salí a buscarlo. Lo encontré en una fonda, llamé a un trío y nos emparrandamos. Al amanecer nos fuimos para el rancho y me tiré sobre la hamaca. Al despertar no estaba el ángel de la guarda y no me preocupé porque estaba muerto.

* Ñapa.-Se iniciaba una reunión de politiqueros cuando entró uno gritando: un ladrón, un ladrón¡¡ Y el recinto quedó desocupado.

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