Rastrojeo cultural…

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Cuando se afirma que la paz debe ser hecha en los territorios se está reconociendo la importancia del sentido de pertenencia y la cultura, así en las negociaciones de La Habana no se hubiese hecho ninguna mención al tema de la cultura, que ahora se despoja de su esencia espiritual para volverla una simple mercancía y bautizarla economía naranja.

El Tolima demostró en 1959, creando el Festival Folclórico Colombiano cuando éramos epicentro de la violencia económica y política más dura que se vivió en esa época, la importancia de las fiestas populares, como manifestaciones de cultura, en la conciliación. Esto dio origen a las fiestas del retorno en los municipios más afectados por la violencia, a convenios de paz entre municipios políticamente enemigos y a las fiestas de Neiva.

Se van a cumplir 60 años de este Patrimonio Cultural de la Nación, solo interrumpido por una metida de escarpines de Jorge Varón, actualmente dirigido por el empresario y gestor cultural Félix García, a quien conozco desde hace bastantes años, cuando él como directivo y yo como colaborador del Festival Folclórico me acompañó a varios pueblos a seleccionar artistas, preparadoras de viandas típicas, artesanos, culebreros y galleros para el Pueblito Tolimense en el Parque del Centenario que estaba a mi cargo.

Al salir siempre me decía, usted selecciona, yo anoto y me encargo del resto con los escogidos a quienes siempre trató con absoluto respeto y les cumplió. Honraba la palabra empeñada.

Ese fue el Félix García que conocí y respeto como empresario y gestor cultural y a quien en este momento difícil, dejando a un lado mis críticas a ciertos problemas de la Corporación, le brindo un abrazo berracamente tolimense.

Y hablando de fiesta se runrunea la aparición de unos salvadores de estas, supuestamente liderados por una empresa de ingrata recordación cultural, que le caminaría a la organización de actividades culturales a nivel local, regional, nacional e internacional, incluyendo el Festival Folclórico Colombiano.

A lo mejor, a falta de gestores culturales con reconocimiento, podrían incluir a los organizadores del homenaje a María Victoria del Rosario Valencia, por su gestión cultural, realizado a los pocos días de haber sido condenada a 44 meses por fraude procesal en concurso con falsedad en documento privado, a raíz de una demanda interpuesta por Olga Galeano.

Para entrar en la moda podrían incluir a los exfuncionarios de la Secretaria de Educación que cobraban en efectivo por el traslado de maestros amenazados y catre por los ascensos. Hacen cola los organizadores de homenajes y condecoraciones a quien sin méritos morales e intelectuales, quiere figurar como porta-estandarte de la cultura de un municipio que no representa.

Toca observar como la presunta corrupción cultural en el Tolima crece en poder y trata de cabalgar en lo que llaman cultura naranja que nadie sabe qué es, pero cuya única finalidad es quitarle la espiritualidad a la cultura para volverla un objeto de mercado, Y aquí entre nos, no será que si seguimos callados nos lleva Satuple?.

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