De mal a pior

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

La cultura naranja soltó una de sus últimas producciones teatrales basada en libreto no 'escribido' por la heroína de los indígenas del Cauca y sin la asesoría de los 'academicos', humanistas, científicos y adoradores del único dios tolerado por la pandilla: “Otro falso negativo”. Un casi invidente sale bailando de un sitio custodiado por fuerzas de seguridad del Estado, sin que estas se dieran cuenta, cual si fuera el fiscal Cianurito con sus enredos con Odebreth.

Dicen que el fugado, en el monte fue intrascendente, como una especie de Petro –sin los golpes con la mesa de noche- como escopetero del M-19, pero necesitaban una cortinita de humo y lo cogieron de barranco de agar. Unos dicen que lo desaparecieron, otros que les está mamando gallo, que dizque está atendiendo una invitación de Salud Hernández o lo que sea, pero que lo pelan lo pelan.

Que pelen las gallinas pal sancocho!!!, hablen pasito no sea que nos tengan chuzados y después nos vuelvan famosos. Otra tanda y que suene la radiola, mientras le vemos forma a este país que nos lo volvieron mierda para favorecer la corrupción y la politiquería de los vividores de la violencia. Vamos con tinto mientras se largan esos pendejos que están tomando junto a la puerta.

Qué tal la presentadora de televisión relinchando sobre el tamal tolimense? Nos roció de madrazos con sus tamales de masa de arroz y solo carne de cerdo. De puras vainas no les quitó la hoja de plátano cachaco de tanto recomendarlo como remedio para la diarrea.

De las sorpresas dadas en la rumba de la economía anaranjada, llamaron la atención los innovadores danzantes que cambiaron la camisa blanca del campesino por blusitas de colores con lentejuelas, canutillos y adornitos de muñecas, como para empalmar con la sustitución de los alpargates de fique por cotizas con medias de colores.

Los empresarios por andar buscando los calzoncillitos de colores que minfefensita dejó en un alambrado, no se dieron cuenta que en el desfile les metieron equipos de sonido con reguetón, música traqueta y putañera con despliegue innecesario de carne. Un bailador se zangoloteaba con desespero levantado los brazos y gritando “que se quede el infinito sin estrellas”, como recordando uno de los apuntes de Monte Cristo.

Como que estamos más perdidos que el pobre Duque que se fue de fundillo en las encuestas y está tan desorientado como la historiadora, científica, intelectual y con más títulos que Macías y Peñalosa, que niega la existencia de la Masacre de las Bananeras por tratarse de un simple mito. Imposible que alguien ponga en duda lo afirmado por la Paloma de altar de Corpus. Más fácil conocer la verdad sobre los falsos positivos y los chanchullos de Cianurito Martínez, ese mártir de la honestidad, la ética, la lealtad, el honor y la devoción a la patria y al dinero.

Les pongo un trompo en la uña: encuentren un candidato honesto, por qué a la mal llamada mamá Ibagué, solo la pusieron a calentar de banco en banco, pero no la dejaron jugar y entreténgase con otros trompitos y encuentre un dios que nos salve antes de que nos lleve satuple.

BERRACUNDEO

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