Reincidentes

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Los reincidentes, por el solo hecho de serlo, generan algo de desconfianza y el malestar es peor cuando afecta la cultura. Un buen ejemplo lo es la Corporación Festival Folclórico Colombiano responsable de la caída de la fiesta por los malos manejos y las mentiras: cobro de cuentas por trabajos no realizados, cheques cobrados con firmas falsificadas, cuentas decembrinas mal iluminadas y ahora la tomada del pelo a los artistas contratados para la última salida o metida de patas.

Le dan la razón, de pronto sin entenderlo, a quienes afirman que: “la institución cultural que solo produce escándalos y espectáculos no tienen razón de ser”, algo aplicable a nuestra politiquería que se niega a salir del muladar que manejan con talegos de promesas tontas, plata mal habida y títulos comprados y producción intelectual producto del plagio que las universidades pasan de agache.

Los reincidentes se creen pavos reales en la política, más ahora que le tiraron salvavidas a los terceros que tanto temen a la verdad con sus recuerdos del Rojo Ata, del Batallón San Antonio, los bombardeos de la región de Villarrica, las masacres de sin cuentas bien premiadas y los robos al erario. Tranquilos como los del cartel de la toga, los grandes juristas del Tolima Bustos, Tarquino, Villarraga y Salucoop Montealegre.

Menos mal que tienen refuerzos: Bonito, Carrasquilla, Cianurito Martínez, Otto Bula, Musa Besaile y un combo de generales que le botan mierda al honor del ejército.

Los reincidentes lo seguirán haciendo porque nos encanta que nos jodan, que hagan lo que les viene en gana con nuestro futuro, que vuelvan vísperas de jueves las ilusiones de las nuevas generaciones, porque hemos sido incapaces de formar juventud con valores, de formar profesionales que piensen más en el servicio a la comunidad que en salir a hacer plata como sea. Nos falta amor por nuestra tierra y nuestros paisanos, algo podría salir a flote si en próximas elecciones pensamos que es mejor no botar el voto.

Ñapa. -El “CAM La Pola” es un Inmueble de Interés Cultural (BIC)” Afirma la Gerente General de Infibagué en su oficio 4519 del 11 de septiembre de 2.019. Curioso que un bien de interés de interés cultural que abusivamente el municipio le quitó a sus verdaderos dueños siga siendo explotado económica y politiqueramente por quienes sin fundamento le cambiaron de destinación perjudicando a los habitantes de La Pola. Muchos años, una junta de acción comunal julepiando por la construcción del centro cultural que necesita el sector y la ciudad. Matarían dos pájaros con un tiro. Lo difícil es encontrar sin acoso en el cozo interesados en la educación y la cultura. Estamos y nos tienen jodidos.

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