Pandemia y cultura

La primera nos cogió con los pantalones abajo y la segunda no ha encontrado quien se los ponga. Claro que como están las apuestas da lo mismo atrás que en las espaldas. Son temas que a algunos hace víctimas de la refundición como dicen que fue lo que sufrió el que invitó a no visitar el Tolima en estos días de flatulencia intelectual, sin tener idea que son muchos los que visitan el Tolima para degustar sus viandas típicas, lechona, tamal, viudo de pescado, bizcochería, café, mistela, queso asado y otras delicias que más agradan cuando son servidas por campesinas sobradas de humor.

Nuevo ciclo de violencia

Sin tomar el partido de los odios, los sentimientos y la necesidad de ocultar la verdad de alguien con interés diferente a ponerle fin a este ciclo de violencia, es bueno tener en cuenta que ni Uribe, ni su partido y su gobierno, están de acuerdo con el éxito del proceso de paz.

El miedo y la verdad

El entrampamiento de Cianurito Martínez contra Santrich fue premiado con la embajada de España, para mejor administrar sus bienes, pero el tiro les salió por la culata porque el gobierno español hizo saber que no le daría la aprobación a ese personaje.

Institucionalización de la mentira

Todos queremos la verdad pero no parcializada como nos la quieren imponer los más obligados a contarla. Bueno sería recordar, con las fallas normales de la memoria, que la violencia se inició por el robo violento de sus tierras a los aborígenes y campesinos que se vieron obligados a organizar pequeños grupos de autodefensas con campesinos armados con sus escopetas de cacería y sus machetes, que con el lento paso del tiempo se convirtieron en grupos guerrilleros, lógicamente liberales, que daban protección a los campesinos que huían de sus territorios.

Traición a la patria

Los intentos de los expresidentes conservadores Belisario Betancourt y Misael Pastrana por lograr la paz de este país, recibieron la oposición del partido Liberal, pues sus dirigentes aspiraban a que fuera ese partido el que la lograra.

Algo hace falta

La corrupción y el descuartizamiento parecen heredados. Basta recordar la suerte corrida con el primer empréstito conseguido para los países liberados por Bolívar y la cabeza en exhibición, en Guaduas, de uno de los mártires más grandes de nuestra patria José Antonio Galán, el de la primera liberación de esclavos de América, en Mariquita.

¿Por qué le temen a la verdad?

La verdad, el perdón y la justicia son necesarios. Tenemos que alcanzar la paz, pensando más en el país, en el futuro de los jóvenes y los niños, sin teñirla de intereses supuestamente ideológicos o económicos. Son muchas las organizaciones y las personas que han estudiado la violencia, dando ejemplo en el Tolima, pero se han quedado cortos en muchos temas.

Violencia y verdad

La violencia se inició en Colombia por problemas de tierras, desde la conquista siendo los indígenas las primeras víctimas. El Tolima es un ejemplo, especialmente Chaparral.

Lectura y humor

Si es cierto que la lectura y el humor son antídotos eficaces contra el aburrimiento que produce el acuartelamiento floriado, con intentos de discursitos pendejones, va tocar ponerle el ojo a la producción editorial de personalidades del mundo intelectual. Dizque ofrecen, a muy buenos precios:

Descubrimiento

Un grupo de aventureros que incluía delincuentes de la peor ralea, criminales y aventureros que esperaban mejorar su vida fuera de España donde se embarcó, sin saber para donde arrancaban, se perdió en el mar y después de muchos días de sufrimientos se toparon con unas playas con habitantes adornados con joyas que les brindaron alimentación para que cogieran energías para dar inicio a un proceso de exterminio de los habitantes de América, así llamada por el mapa elaborado por Américo Vespucio.