La supuesta exportación de mercenarios colombianos para el asesinato del presidente de Haití, las fotos que circulan por las redes donde aparece el presidente de Colombia departiendo con el reclutador de estos sicarios, las manifestaciones pidiendo democracia en Cuba, la no aceptación de la derrota de la Fujimori en el Perú, imitando el semoviente enjalmado con dólares, el despelote en Venezuela a cuyo gobierno iba a sacar el nuestro a sombrerazos, la historia del hackeo contra las fuerzas militares colombianas, que el gobierno quiso ocultar por todos los medios, la represión y la búsqueda de responsables imaginarios, mandando al carajo tratados y organismos internacionales, muestran la cara más patética de este gobierno que ha hecho hasta lo imposible por llevarnos a los últimos lugares ante la comunidad internacional. Qué vergüenza!!!!.

Todos contribuimos a la destrucción del medio ambiente y de paso a la desaparición de la humanidad.

Enorme tristeza y desconcierto, como lo dijera la propia Ángela María Robledo, es lo que genera la última decisión de la Corte Constitucional que le arrebata su curul en la Cámara de Representantes, argumentando que ella incurrió en doble militancia cuando se presentó a la Vicepresidencia como fórmula de Gustavo Petro.

Hablar de Ética en el país es como disparar con escopeta mojada, o para decirlo más coloquialmente, abrir el pico por joder. Cuando se plantea el problema de la falta de honestidad intelectual en algunas universidades, se anuncia como candidato para Ministro de Ciencias a un personaje que de inmediato generó el rechazo de la Academia Colombiana de Ciencia y de doce exdirectores de Colciencias.

Sobran candidatos con y sin partido, faltando los que esperan destapar sus aspiraciones, propias o sugeridas. Algunos dicen que aguardan el lanzamiento de ‘Coscorrón’ Vargas Lleras. Otros esperan la botada de expedientes por corrupción, tiro de gracia del régimen a la ética, entendida como los valores morales que guían el comportamiento humano.

La pandemia, el paro y el miedo a la verdad se unieron para lograr que nos diéramos cuenta que el país está en crisis  y la carencia de medidas por parte de los que Gobiernan para solucionarla.

Con la iniciación del diálogo entre el gobierno y los directivos del paro empezaron a salir los aspirantes a utilizarlo politiqueramente, o para darse un baño de popularidad en procura de un llamamiento para algo, como ocurrió con el aspirante a personero de Suguevita, Boyacá, que resultó de embajador en Estados Unidos. Otros salen a representar los restos del partido que enterró Gaviria. Y algunos más para divulgar la producción intelectual del expresidente de las caminatas. Ni hablar de los que recuerdan con lágrimas los tiempos de los verdaderos liberales, al estilo de José María Melo, Darío Echandía, que ahora están más perdidos que La Guacharaca.

La mejor forma para liberar asperezas y acercar a las personas es el diálogo.

En estos días no hemos hecho otra cosa que ver, escuchar y leer sobre todas las plagas que tienen acorralado este país:

El miedo a la verdad nos tiene en lo que estamos y como estamos. Pero todo parece indicar que el miedo no es general, como lo estamos viendo con los que están siendo reprimidos violentamente por representantes de la autoridad y civiles armados, sin control conocido, así se movilicen en vehículos oficiales.