El preocupante presidente Trump

David Héctor Galeano

La ganadora del premio Pulitzer en la categoría de opinión, Maureen Dowd, causó mucho revuelo al afirmar recientemente en el New York Times, que el presidente de los EEUU, estaba alcanzando la categoría de “imbécil”.

Para comprender las duras afirmaciones de Dowd, es necesario analizar las decisiones de Trump, en cuatro ámbitos: desarrollo sostenible, comercio, migración y salud.

Primero, la denominada Orden Ejecutiva de Independencia Energética que firmó con tanto orgullo el residente de la Casa Blanca, borró de tajo, el compromiso y esfuerzo que su predecesor había formulado, con el propósito de disminuir las emisiones de gases tóxicos. En esencia, Trump está volviendo la mirada hacia la producción de energía basada en combustibles fósiles, es decir, la manera más perversa y dañina para el medio ambiente. Aunque usted no lo crea, el presidente de los EEUU, considera, a diferencia de las más serias investigaciones científicas, que el mundo no está pasando por un rápido y catastrófico proceso de recalentamiento global. Un punto a favor de Dowd.

La segunda dimensión de análisis, es el comercio. Es paradójico, que el país gestor de los Acuerdos de Bretton Woods (1944), mediante los cuales se instauró el modelo financiero, económico y comercial actual, logrando imponer el libre comercio y la globalización, esté buscando sumergir a los EEUU, en un caduco modelo proteccionista. Argumentar que los aranceles que le impondrá a los bienes mexicanos, serán pagados por los exportadores “manitos”, es cierto. No obstante, lo que Trump no le dice a sus votantes, es que los sobrecostos de los productos, terminará siendo cancelado por las familias, que todos los días van masivamente a tiendas como Walmart o Publix. En otras palabras, de inmediato se producirá un efecto inflacionario en esa canasta familiar, que importan desde su vecino. Otro punto más para Dowd.

El tercer aspecto es la migración, específicamente la latinoamericana y musulmana. Cabe recordar los epítetos con los que se refirió Trump a los mexicanos: “asesinos”, “violadores”, en general los “bad hombres”. Trump, no solo olvida que es descendiente de migrantes y que los EEUU, se erigió y sigue haciéndolo con base en personas nacidas en otras naciones. De no ser así, seguramente su esposa, no habría podido ser primera dama. Si algo deja claro la historia, es que el país que más ha hecho daño, cuando sus nacionales traspasan las fronteras, es EEUU, los mexicanos son testigos de excepción. Tres a cero, a favor de Dowd.

Por último, su fallida propuesta de revocar el “Obamacare” que aunque muy criticado y con algunas falencias, le permitió el acceso a la salud a la población más vulnerable. En 2013, cuarenta y cuatro millones de estadounidenses carecían de seguro médico, es decir, aproximadamente el 16% de la población. Para el 2014 menos del 13% y en 2015 la tasa de no asegurados se redujo a menos del 10%. En consecuencia, la fracasada proposición del líder de la Casa Blanca, dejaría por fuera del sistema de salud, a ese segmento de la ciudadanía norteamericana, que tanto prometió cuidar en su campaña.

En ese orden de ideas, Maureen Dowd, parece tener razón. El recientemente posesionado hombre más poderoso del planeta, va camino a su consolidación como un “imbécil”, inmerso en su universo, caracterizado por la misoginia, el racismo y la xenofobia, además de decisiones sensibles que difícilmente podrán llevar a los EEUU a ser grande otra vez o como vociferaba en su campaña: “Make America great again”.

* Analista temas internacionales

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