Seguimos en el hoyo

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

Densos nubarrones opacan la transparencia de la promesa presidencial. Once municipios empeñados por la asesoría desinteresada del actual ministro de Hacienda. Gritos de falta de ética. Pero el congreso, liderado por quien los títulos profesionales y las condecoraciones lo hicieron caer en sus enjalmas, decidió por mayoría y falta de compromiso con el país que el ministro había actuado correctamente. A lo mejor le metieron persecución política, nueva arma para tratar de defender delincuentes.

Y como persecución política se trata de mostrar el escándalo del fiscal, sus enredos con Odebrecht y sus asesorías al Grupo Aval, grupo que demuestra que todo se puede hacer con plata. Acusaciones y aclaraciones van y vienen, con un despliegue de prensa poco interesada en la verdad, con algo de apariencia de servicios fletados, y aparecen los audios y documentos de Pizano en un teje maneje que deja claro que Martínez Neira, sabía desde un año antes de posesionarse como fiscal que la empresa basilera había pagado coimas en Colombia, a funcionarios públicos y políticos, para hacerse a multimillonarios contratos estatales.

Frente a todo lo que hasta ahora se sabe, no es difícil deducir que fue ternado como fiscal y luego elegido como tal, para hacer los mandados que está haciendo, máxime si se tiene en cuenta, que este personaje es experto en ocultar bienes, lavar activos y evadir impuestos, como lo ha denunciado el periodista Gonzalo Guillén, demostrando que en España, con una empresa panameña de fachada llamada Amanda Ad Visors S.A, compró un apartamento que vale tres millones de euros, y ha hecho cuantiosos depósitos en el banco Santander de ese país, ocultando todo esto a la Dian en Colombia. Y la administración de esos activos se la encomienda a otra empresa vinculada a un gran escándalo de lavado de activos en Inglaterra.

El hombre perfecto para hacer justicia!!!, experto en mirar para otro lado cuando esta frente a delitos cometidos por los multimillonarios y los políticos y darle garrote, sin descanso al proceso de paz.

Estamos hechos !!!!, la justicia del fiscal (incluyendo el cartel de la toga) está putrefacta. Hiede igual o peor que un excusado de hoyo.

Lo que si queda claro es la notificación del fiscal a todos los colombianos de que todo vale, todo es permitido, cuando se trata de encubrir los amigos del gobierno y castigar a los que no tienen la bendición uribista. La ética se mandó a la caneca de la basura y la honestidad: Es cosa del pasado.

Comentarios