Ni cartillas, ni decretos…

Mario García Isaza

Así reza el eslogan con que se está convocando a todos los colombianos de bien para que, el próximo 6 de noviembre, en todas las ciudades y pueblos de la patria, salgamos a marchar en defensa de la familia, tal como ella está establecida por la ley natural, que es ley de Dios, y también por la ley de leyes que es la Constitución colombiana. Y se hace esta convocatoria, sencillamente porque continúa avanzando, apoyado por sórdidos intereses y planes de organismos internacionales y sostenido por capitales inconfesados, el demoníaco proyecto político detrás del cual está la ideología de género; proyecto que nos quedó, como un lastre, del nefasto gobierno que finalizó en julio de este año.

Como bien sabemos, el expresidente tránsfuga, por medio de la también fugitiva ministra de educación, quiso pervertir a nuestros niños y adolescentes con las famosas “cartillas”, verdaderos manuales de corrupción de menores. Cartillas que, simplemente, eran plagio de un asqueroso documento belga, instrumento de ideologización sexual aberrante para la niñez y la juventud; plagio elaborado, por contrato con el Ministerio de Educación, por el UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas). Ante la oportuna reacción de muchos, el presidente, como lo hizo tantas veces, negó lo innegable, sostuvo que no había tal ideología de género, llegó hasta afirmar que las cartillas se habían dado a conocer sin que él las autorizara, las mandó recoger… Esa fue siempre su sinuosa manera de proceder. Cuando muchos aducíamos, como razón para decir NO al plebiscito, que no podíamos admitir la ideología de género que atraviesa todo el documento del malhadado acuerdo, negó que hubiese en él tal ideología, desconociendo que su principal gestor, el señor De la Calle la había defendido diciendo ante micrófonos: no se nace hombre ni se nace mujer…Y como si no hubiese él mismo leído el texto, en el cual se menciona 114 veces el “enfoque diferencial y de género”, se habla al menos 40 veces de la “comunidad LGBTI”, poniéndola en el mismo plano de importancia que a la clase obrera, a las comunidades indígenas, o a los jóvenes, y el Gobierno se compromete a “apoyar la creación y el fortalecimiento de organizaciones y movimientos… incluyendo a la población LGBTI , que hagan visibles los liderazgos y garanticen su capacidad de plena interlocución con los poderes públicos” ( Lo entrecomillado es cita textual del NAF).

Ahora sabemos que muy poco antes de entregar las riendas del Gobierno, Santos dejó firmados dos decretos, ambos destinados a imponer la ideología de género y a destruir los fundamentos de la verdadera familia, tal como la definen la ley natural y la misma constitución colombiana. Se trata de los decretos 410 y 762, del 1 de marzo y el 7 de mayo respectivamente, que están entre los otros muchos que le dejó ya firmados al nuevo Gobierno, y en los cuales, con un lenguaje de calculada ambigüedad, se dictan normas para la “promoción de la acción afirmativa # Aquí entran todos…” (estímulo soterrado del homosexualismo), y se adopta la “política pública para la garantía del ejercicio efectivo de los derechos de…los sectores sociales LGBTI y de personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas”.

Refiriéndose a esos dos decretos y a la perversa ideología que subyace a sus disposiciones, el doctor José Alvear Sanín escribió hace poco : “La ideología de género es una amenaza para la dignidad humana peor que cualquier ataque anterior, porque sobre ella se construye un orden social atroz”.

Y nos recuerda que actúan diabólicamente, para promover y apoyar con capitales enormes esa ideología y todo lo que ella facilita y defiende ( abortismo, “matrimonio” homosexual, eutanasia, eliminación de la objeción de conciencia, exaltación de lo LGBTI…) el Open Society Institute, sostenido por Georges Soros, y sus “sucursales” en Colombia, que son Profamilia, Verdad abierta, La Silla Vacía, De justicia, la Corporación Arco Iris y algunos de los principales medios de comunicación.

Yo creo que no sobra recordar, una vez más, lo que la Iglesia católica nos enseña, a la luz de la revelación y de la ley natural, acerca de la familia. Hé aquí algunos de los muchísimos textos que imparten dicha enseñanza.

“ Y creó Dios a los seres humanos, a su imagen y semejanza; hombre y mujer los creó…”(Gen.1,27)

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