Dijo Will Rogers que el mejor trabajo del mundo es ser Vicepresidente: todo lo que tiene que hacer es preguntar cada mañana por la salud del Presidente.
La democracia es el gobierno del pueblo; pero “el pueblo” son millones de ciudadanos que por lo mismo tienen que organizarse para poder gobernar. Esas organizaciones son los partidos políticos, que aglutinan a grandes números de personas con intereses o convicciones afines sobre cómo gobernar.
Detrás de los sacudones económicos y de los altibajos financieros que están golpeando a Europa y a Estados Unidos, hay una vieja palabra de cinco letras: China.
Pensando en lo que pasa en Colombia -en tantas cosas que pasan en Colombia- me dio por escribir esta notita sobre un asunto que ha ocupado muchísimos volúmenes en la historia de la filosofía ética, de las teologías, de las ciencias sociales y de la historia a secas: ¿por qué personas comunes y corrientes acaban perpetrando masacres o asesinando a sangre fría o torturando de maneras refinadas?
La cosa es muy sencilla: todos deseamos y todos tenemos el derecho a recibir buena atención de salud; pero esa atención cuesta y el dinero no alcanza para darnos a todos la atención de excelencia que suponen las enfermedades o las tecnologías más sofisticadas.