Consulta a la consulta

Camilo González Pacheco

Los costos de las consultas internas que varios partidos realizaron el domingo pasado, calculadas a nivel nacional en 18 mil millones de pesos, resultan desproporcionados e injustificables –económicamente hablando- para los resultados obtenidos, teniendo en cuenta que sólo participaron aproximadamente 653.000 electores de un potencial estimado en 33.164.710 personas habilitadas para votar.

A primera vista, los críticos tienen la razón. Sin embargo, si observamos el evento de las consultas de los partidos, un poco más allá de lo meramente económico, es decir, en los terrenos de la democracia y la participación ciudadana, podemos tener y obtener balances, enseñanzas y conclusiones que al final pueden y deben fortalecer nuestro sistema democrático.

Valga la pena destacar, que consultas internas en partidos políticos como los existentes en Colombia, que aún están en formación y consolidación, -ni siquiera se ha definido seriamente lo relacionado con la militancia- no pueden arrojar niveles de participación masiva en relación con sus militantes, por cuanto, los mecanismos internos de decisión aún no están perfeccionados ni en pleno y eficaz funcionamiento.

Por otro lado, lo que se puede deducir con los recientes resultados, del partido político hacia afuera, es que en muchas eventualidades existe más opinión que partido. En otras palabras, más simpatizantes coyunturales que militantes orgánicos y permanentes. Lo anterior se evidencia, comparando los resultados de las consultas con los votos obtenidos en los últimos comicios electorales.

Pero, también existen problemas en el diseño y realización de las mencionadas consultas, teniendo en cuenta lo enredado de los tarjetones que llevan a la considerable cantidad de votos nulos o no marcados registrados en el conteo final. Y obvio, lo dispendioso y tortuoso que se ha convertido en muchas ocasiones, ir a ejercer el derecho a votar.

Frente a los obstáculos del tarjetón, desde ya se proponen iniciativas legislativas orientadas a instaurar listas cerradas que permitan eficiencia, y que los electores puedan de manera ágil cumplir con su obligación democrática. Sin embargo, el gran reto para el Estado está en sistematizar los procesos electorales, de tal manera que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a votar, sin tantas dilaciones e incomodidades como las existentes.

Ahora bien, vale la pena resaltar que el Polo Democrático, fue el gran protagonista de la jornada en la consulta interna de los partidos. La única organización política que realizó la consulta a nivel nacional, y por ello obtuvo la mayoría de votos frente a los otros partidos. También en cuanto la consulta, tenía que ver directamente con los ejes programáticos, coyunturales, estratégicos, y la estructura organizativa interna del partido.

Precisamente para eso se eligieron los representantes que decidirán sobre el presente y futuro del Polo en su IV Congreso Nacional. O sea, la consulta tuvo sentido histórico para la organización partidista como tal: sin la participación esperada, cumplió su papel. De eso se trata, entendiendo el sentido teleológico de su consagración constitucional. De ahí para adelante, todo depende de lo acertado de sus decisiones.

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