Aguas tibias

Camilo González Pacheco

Los agravios personales, agitados por el candente ambiente electoral, no han dejado ni en el pasado reciente, ni en el lejano, buenas enseñanzas en el terreno político tolimense. Al contrario, siembran odios eternos, transformados en infranqueables barreras de mutismo y silencio, que han hecho del diálogo civilizado y la concertación en anhelos comunes de beneficio regional, un imposible político y ciudadano, impidiendo avanzar en acuerdos y propuestas, de corto, mediano y largo plazo, en propósitos de desarrollo integral.

Lo grave del asunto, cuando queda enfrascado en lo individual, es que el debate político y programático se encierra en un vertiginoso y ascendente remolino de improperios, cada vez más agraviantes, que soslayan los asuntos de verdadero interés regional. En este deplorable escenario, ha empezado a moverse parte de la confrontación electoral a la Gobernación del Tolima. Afortunadamente aún no ha tocado, con ese siniestro roce, las candidaturas a la Alcaldía de Ibagué, que parece adquirieren mayor altura programática, y respeto mutuo entre los aspirantes.

En la dinámica de los agravios, el que ofenda más, cree que gana más. Craso error, que hemos padecido, de cuando en cuando los tolimenses. Perdemos todos: candidatos y electores. Y sobre todo el Tolima. Gana la prepotencia del individuo sobre los intereses colectivos. Y cuando el centro de la discusión se enfatiza en esa área, se espanta el voto reflexivo y responsable de opinión, para dar paso a los instintos primarios de votar, no a favor de algo, sino en contra de alguien.

El Tolima necesita centrar la discusión, sobre el asunto siempre aplazado, de la visión de desarrollo integral para la región. Superar las propuestas sectoriales aisladas, sobre todo en estos momentos, de crisis reconocida por todos los actores, en los temas del arroz y textiles, que hace poco resultaban ser las eternas jaculatorias predicadas como milagrosa y rápida vía de desarrollo, por una parte de la dirigencia local, y que nunca nos llevaron a ninguna parte.

¿Qué proponen los candidatos a la Gobernación frente al asunto del Desarrollo Integral de la Región, más allá del arroz y los textiles, claro está sin soslayar su importancia?. En esta área sería conveniente retomar y recuperar el documento Visión Tolima 2025, ya casi en total olvido, que avanzó en este sentido.

Sin eludir nuevas realidades que van moldeando una actualizada y real visión de desarrollo regional. Turismo, eventos, servicios, alianzas estratégicas regionales, son entre otros, nuevos factores importantes que no podemos eludir. Innecesario entonces, volver a empezar de cero, en los diagnósticos, análisis y salidas, en un propósito inútil de volver a descubrir el agua tibia. Construyamos sobre lo construido, resulta ser una sabia y actualizada enseñanza.

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