El Tolima, y obvio Ibagué, aún no están suficiente y públicamente diagnosticados como otras ciudades y regiones del país. Faltan muchos datos e informes, sobre todo para comprender aquí y ahora, en dónde estamos y para dónde vamos.

La revista Semana en su más reciente edición publicó una edición titulada Los diez más, sobre temas especiales en la vida de los colombianos, apelando para esa selección por redes sociales a sus lectores, igualmente con entrevistas a expertos y varias personalidades nacionales, en temas puntuales.

Soñar desde la izquierda democrática, tampoco cuesta nada. Con la recuperación de la personería jurídica de la Unión Patriótica, se puede presentar un interesante fenómeno de unidad electoral que ojalá se aprovechara con eficiencia y eficacia en el próximo debate para elección de Senado y Cámara.

Los diálogos de paz en la Habana están en todo y en nada. Un poco acorde con uno de sus principios fundamentales: “nada está acordado hasta que todo este acordado”.

En Colombia la realidad supera la imaginación. Esa conclusión es cuento viejo para tratar de comprender muchas de nuestras situaciones cotidianas, y obvio, para dimensionar fenómenos culturales trascendentales –cobijados bajo esa premisa-, como en los campos maravillosos de la literatura nacional.

Colombia no es más democrática, participativa e igualitaria, no porque no haya querido sino porque no ha podido.

Una Asamblea Constituyente, como resultado de las negociaciones adelantadas en La Habana, puede constituir un verdadero tiro por la culata para las Farc y para el Presidente Santos.

El Triangulo del Sur del Tolima tiene pinta de elefante blanco.

La ausencia de organizaciones campesinas serias, estructuradas, democráticamente constituidas, que impulsen con el Gobierno las políticas agrarias resultantes de los diálogos de paz adelantados en La Habana, constituye uno de los escollos, que hacia el futuro se vislumbra en este esperanzador proceso de búsqueda de paz duradera para Colombia.

La derecha colombiana –la legal, culta y académica- ha ejercido durante los últimos meses una laborar de cualificación y consolidación conceptual de la democracia colombiana, de verdad, importante.