Necesidad de Cambio

Alex Granados Trujillo

Siempre es lo mismo, y son siempre las mismas quejas sobre la ciudad, la última noticia que nos coloca en los medios nacionales es que Ibagué ocupa el tercer lugar en desempleo, luego de Cúcuta, Quibdó y en cuarto lugar Riohacha. Ese tercer lugar en desempleo no es nuevo, ya hemos ganado esa posición años atrás.

Sobre el desempleo veamos quienes tienen empleo en Ibagué, y se estima que 244.000 personas sí tienen una fuente de ingreso, donde la informalidad asciende al vergonzoso 55.32% al cierre de 2018 según el Dane.

La media nacional de informalidad es del 48%, esto significa personas que derivan su sustento, pero carecen de seguridad social y prestaciones sociales.

Es decir que aparte de estar de terceros en desempleo, solo el 45% de las personas empleadas esta de manera formal.

Es verdad que la culpa no solo puede ser del alcalde de la ciudad, también se requiere de las políticas públicas desde el gobierno central. Según datos del Dane, en el último año, la participación del departamento del Tolima en el PIB del país es tan solo del 2.4%. Para estar en contexto, Bogotá tiene el 26%, Antioquia 15%, Valle 9%, Cundinamarca 6% y Santander 5%, sumados acumulan el 61% del PIB Nacional.

La ciudadanía debe exigirle a sus dirigentes todo el tiempo, y se aprende a ser ciudadano en el ejercicio de los derechos, las personas tenemos que dejar de ver la gestión de los alcaldes y gobernadores como si nos estuvieran haciendo obras de caridad o favores. Nos tenemos que preguntar es a quien le sirven nuestros dirigentes y qué intereses defienden.

Lo más triste de todo esto es que la apatía con respecto a la administración de lo público crece y crece y de forma proporcional crece la indignación, el negativismo y las posturas dogmáticas, en especial las de derecha e izquierda y para ser exactos, las de uribismo o petrismo.

Los ciudadanos tenemos, además de cumplir con nuestros deberes que van más allá del pago de los impuestos, pensar en colectivo, pensar en qué clase de ciudad queremos ser, para dónde vamos y cuál es la ruta que nos vamos a trazar para lograrlo.

En octubre de 2019 son las elecciones locales y desde ya inicia la campaña, las mismas aburridas campañas de reuniones en los barrios y fotos en redes sociales y financiadores de campañas viendo a quién colocan de candidatos para que les devuelvan favores convertidos en millonarios contratos.

Considero que nosotros como ciudad no tenemos identidad, y no tenemos definido qué clase de ciudad queremos ser, es verdad que dicen que somos Ciudad Musical de Colombia, pero todos sabemos que en la práctica es mentira. Si a los ciudadanos de a pie no les interesa su ciudad, debido a múltiples razones, por lo menos los líderes políticos, empresarios, académicos y estudiantes universitarios sí podrían decidir unirse y en equipos de estudio definir cuál es la proyección de la ciudad en los próximos años y cómo es que vamos a construir una economía sólida desde la región sin tener que depender todo el tiempo de la hegemonía bogotana y de los empréstitos bancarios que es lo único que sabe hacer un alcalde para hacer cualquier obra.

La responsabilidad la dirijo a los grupos antes mencionados para que pensando en el bien común se logre influir en los votantes y a través de la democracia participativa con un proyecto de ciudad, dejemos esa ligera y pobre convicción que Ibagué es solo para los foráneos con dinero y los pensionados que vienen a gozar de su retiro y del clima; se necesita de voluntad, de ética, de justicia y habilidades de negociación para tratar de superar la escasez y el atraso de la ciudad.

axfgt@msn.com

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