¿Y dónde está el piloto?

Guillermo Hinestrosa

Como lo reseñé en la columna anterior, al pasar por la Clínica Calambeo (Avidanti, la llaman ahora), observé una extensa polisombra verde, de esas que ocultan grandes obras de construcción. Emocionado con el posible inicio de la anunciada Avenida 19 estacioné en la bahía de la Clínica y caminé hasta el esperanzador macroproyecto. Por un orillo de la lona plástica asomé mi cabezota y descubrí del otro lado una amplia superficie encementada. Me froté los ojos incrédulo. A mi mente llegó un sugerente eslogan: “Si el alcalde es de Barreto, las obras son de concreto”.
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Me retiraba eludiendo los carros sobre los inexistentes andenes, cuando advertí que el telón de plástico estaba soportado en espigadas columnas de ladrillo que irían sobre el separador de la vía. Me volví a frotar los ojos. Miré de manera panorámica de sur a norte; hice cálculos geoespaciales de topógrafo aficionado, para proyectar el paramento de la calzada por construir, y me pareció que estaban edificando sobre el mismo. Con el ceño fruncido le pregunté al albañil que venía de botar escombros al lote del lado:

-- Mono, ¿qué construyen acá? --Un parqueadero, vecino.

--¿Y dónde está el aviso de la curaduría urbana? El hombre soltó las asas de la carretilla, miró mi cara de abogado estreñido y apiadado de mi malestar señaló en dirección a la clínica, respondiendo: --¡Si está enfermito, allá lo curan…!

Nada que hacer. Tomé unas fotos con el celular y las envié a un alto funcionario de la Alcaldía. Me respondió que la Secretaría de Gobierno había ordenado una visita. En otro mensaje agregó que el Inspector No 2 había sellado la obra. Recorrí de arriba abajo la ocupación y no vi ningún sello. Los obreros construían sobre lo que sería una zona de cesión y espacio público de la ciudad.  ¿O será que estoy desinformado y renunciamos a la Avenida 19?

Peor lo que ocurre con la antena de telecomunicaciones instalada sobre una zona de protección de la quebrada Las Panelas, en el Vergel. La Secretaría de Planeación, mediante el oficio 1220-61019 del 30 de diciembre del 2020, le comunicó a la empresa PHOENIX TOWER INTERNATIONAL COLOMBIA LTDA, que NO ES VIABLE la interposición de la antena. El oficio 1892 del 14 de enero 2021 ratifica que “no cumple con los requerimientos necesarios y los parámetros establecidos en el decreto 195 de 2005 y la circular 270 del 2007”. No obstante la negativa oficial, como Pedro por su casa talaron árboles, fundieron 60 metros cuadrados de bases en cemento, los encerraron con malla metálica, serpentina, alambre de púas y puerta de doble hoja, e izaron la torre de 45 metros. 

Así se lo notifica el Director de Información y Aplicación de la Norma Urbanística, arquitecto Ember Andrés Farah Cortes, a la Inspectora Sexta, Nancy Astrid Nieto Ruiz, el 14 de enero de este año, mediante el oficio 1492. “Se evidenció que el lugar donde se está construyendo actualmente la antena, se ubica en áreas protegidas del SINAP, o zonas de protección ambiental; además de ello no presenta permiso de la autoridad ambiental”. Pero la funcionaria, que despacha a muy pocas cuadras del estropicio, no se ha dado por enterada.

A la Secretaría de Gobierno le quedó grande el control urbano en Ibagué. Su lema parece ser: “En el gobierno de Andrés, vos hacés lo que querés”.

GUILLERMO HINESTROSA

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