¿Pacto Histriónico o Equipo por Locombia?

Guillermo Hinestrosa

En pleno cataclismo Covid se nos vienen las elecciones de Congreso y Presidente, restando aún muchas dudas por resolver: ¿cuánto tiempo más oscilaremos entre picos y valles pandémicos, educación virtual o presencial, trabajo remoto o reapertura de oficinas, conciertos y eventos deportivos en simultaneidad con restricciones migratorias y confinamientos? 
PUBLICIDAD

No hay antecedentes de lo que vivimos hoy: devaluación del 16 % (pese a un repunte del 50 % del petróleo), deuda pública del 59,8 %, déficit fiscal del 7,6 %, inflación de alimentos del 17 %, incremento en los homicidios del 8,2 %, etc. Es cierto que no somos la excepción, pues los mayores déficit fiscales 2020 correspondieron a los gobiernos Trump y Johnson: 14,85 % Estados Unidos y 12,53 % Reino Unido, apóstoles de la minimización del Estado, salvo cuando se trata de subsidiar al gran capital. Pero sí asombra que a quienes les pagamos para que analicen los problemas y propongan soluciones les tengan sin cuidado tales indicadores. 

Empresarios, estudiantes, obreros y campesinos hemos tenido que adaptarnos a las nuevas circunstancias: quiebras, desempleo, precarización del ingreso, amenazas a la salud física y mental, pero la coalición de gobierno, esos “gendarmes de las instituciones democráticas”, ha salido a ofrecernos más de lo mismo. Se negaron a reducir sus cuatro meses de receso legislativo; continúan con escoltas, carros blindados, pasajes gratuitos y como aguinaldo de navidad recibieron del presidente Duque 1200 cargos de la Procuraduría, que se repartirán dizque para cumplir el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que ya descalificó la reforma. Esto último desató la indignación de los partidos Conservador y Centro Democrático, en cabeza de los presidentes de Senado y Cámara. Razón tiene el precandidato del Nuevo Liberalismo, Juan Manuel Galán, al proponer la eliminación de ese adefesio. ¡Qué tal la procuradora de la casa Char prometiendo combatir la corrupción!  

Pocas esperanzas despierta el Pacto Histórico. Movimientos afros, como el que acaudilla Francia Márquez, fueron relegados a renglones de Senado inalcanzables; pero Roy Barreras, señalado por el sindicato de Caprecom de haber mangoneado la EPS cuya liquidación nos costó $4 billones, ocupa el quinto renglón a nombre de ADA, un partido de las negritudes que ahora controla. Armando Benedetti, llamado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia por el presunto delito de enriquecimiento ilícito, ubicó al “empresario” Pedro Flórez en el noveno renglón. Desoyeron las denuncias de los camaradas de Fecode de haber convertido Fiduprevisora (entidad que maneja los recursos de la seguridad social del magisterio) en su fortín político. Legados burocráticos que pasaron de Uribe a Santos, mancillando las finanzas de ambos gobiernos. Y qué decir de Gustavo Bolívar, quien al no pagarle los paneles solares a un joven microempresario lo llevó a la bancarrota y el suicidio. Bolívar encabeza la flamante lista.   

Juguemos al agorero, como lo hacen a comienzos de año Fedesarrollo, Anif y Walter Mercado. En plena explosión de la deuda pública se prevé un alza de las tasas de interés que agravará los déficit y disparará inflación y desempleo globales. Warren Buffett se prepara para el desgarre de una burbuja en la bolsa de Nueva York. 

Valiente equipo el que nos ofrece Petro para resolver las crisis de salud, educación, emprendimiento juvenil y transición energética. Como los arroyos, lo vemos crecer con agua sucia antes de ocasionar una catástrofe.

 

Guillermo Hinestrosa.

Comentarios