S.O.S. por la hotelería

Guillermo Pérez Flórez

El turismo es uno de los sectores económicos con mayor potencialidad de crecimiento en el Tolima. Las bondades de nuestra tierra son inmensas, por la riqueza floral, faunística, hídrica y paisajística.
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Tener todos los pisos términos es un atractivo mayúsculo, así como la ubicación geográfica, al estar en el corazón del país cerca a los tres principales centros urbanos. Entre las actividades de más crecimiento está el avistamiento de aves, que en el mundo moviliza más de seis millones de personas y varios miles de millones de dólares. En 2017 y 2018 Colombia obtuvo el título de campeón mundial de observación de aves, al registrar 1.487 y 1.548 especies, respectivamente, en la plataforma eBird, creada por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell (Estados Unidos).

Ibagué tiene el privilegio de ser visitada anualmente por el gavilán langostero (águila cuaresmera), que en su mágica travesía desde Argentina a Canadá pasa por el Páramo de Las Hermosas en el sur y descansa en los bosques ibaguereños. Y qué decir de la flora. La variedad de orquídeas en nuestra región es alucinante, basta con visitar la Reserva Natural de Orquídeas en Ibagué, que alberga más de 180 especies, o sus jardines botánicos. No es casualidad que la Real Expedición Botánica se haya llevado a cabo en el Tolima, y que en San Sebastián de Mariquita se hayan pintado más de 2.000 de las 7.000 láminas de la Expedición de Mutis. Son tantos los atractivos, que para enumerarlos necesitaría más espacio que el de esta columna. Van de norte a sur y de oriente a occidente, esparcidos sobre las montañas, valles y mesetas. 

El turismo venía cobrando fuerza. Sin embargo, la crisis que nos azota está a punto de echar por tierra tales avances. Esta semana, el Comité de Gremios Económicos del Tolima y la Junta directiva de Cotelco lanzaron una voz de alarma, y afirman que el 87% de los hoteles suspendieron sus servicios desde el inicio de la pandemia y que la ocupación hotelera en abril fue del 0,3% y en junio del 1,5%. ¡Una catástrofe! En el Tolima existen 809 establecimientos hoteleros que generan 5.608 empleos directos. Las ciudades más golpeadas son Ibagué, Melgar, Carmen de Apicalá, Mariquita y Honda, cuyos apartahoteles, centros vacacionales, alojamientos rurales y parques recreacionales amenazan ruina económica. El sector ha dejado de percibir ingresos por más de 59 mil millones de pesos, y perdido el 16% de los empleos que genera. Hasta el momento, sostiene la caña, pero si los gobiernos no le dan la mano la quiebra va a ser total. Se requiere un plan de choque que les permita refinanciar obligaciones crediticias, aligerar cargas de servicios públicos, bajar los impuestos prediales, y apostar por el turismo doméstico, pues el internacional se va a demorar en reactivarse.

Hay que proteger el aparato productivo. Para ello, necesitamos unidad, cooperación y solidaridad. Unidad, comenzando por los propios gremios. No es momento para pequeñas rencillas. Las tres cámaras de comercio (Ibagué, Honda y Espinal) deben ponerse al frente. Hablar con una sola voz ante el Gobierno Nacional, que es quien dispone de margen de maniobra. Manos a la obra.

GUILLERMO PÉREZ FLÓREZ

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