¿Ón tamos?

Los desaparecidos partidos ya no juegan. De las alianzas con retazos solo quedan las que sabían hacer las abuelas  con sus vistosas sábanas de retazos.

Toca esperar qué deja la pandemia y los resultados de los montajes de la Fiscalía de Babosita con eco de periodistas fletados, contra los que aparecen con posibilidades de éxito y no son del CD. Claro que eso se puede arreglar con plata  o con amenazas. La vaina es que van a faltar cupos en las carpas para los payazos, como camas para atender los afectados por el virus, que nos cogió con los pantalones abajo.  

Mientras tanto el populacho atenderá uno que otro de los que no merecen atención del cojo sistema de salud y esperarán pacientes la llegada de las vacunas inventadas en Santa Chava, con alas azules de murciélago blanco, babosas amarillas, alacranes de cien-patas y sangre de los que sabemos, mientras los que desgobiernan entretienen a los más pendejos echándoles la culpa de su suerte: no come porque no dan trabajo y no dan trabajo porque no lo hay.

No hay trabajo y si se encuentran vacantes se necesitan estudios superiores o títulos de los que consiguió Peñalosa y un senador. Si no consigue trabajo métase con los gota a gota, que nunca han amenazado a un necesitado.

¿A estudiar con qué y en dónde? Toca vender el voto o irse pa’ donde sabemos. Y como dijo un jisofolo de Santa Chava refiriéndose al tema político, “aquí todos hablamos mierda, pero nadie la recoge”. Durante el mal gobierno de Samper, con Mona retrechera y cartel del Valle, Álvaro Gómez dijo: “hay que derrocar el régimen”… Siga el cuento y se dará cuenta ón tamos y pa’ dónde vamos.

Ñapa 1.- Despedida. Se fue Raúl Rojas defensor permanente de los desposeídos, víctima de la violencia, excelente amigo y contertulio hasta la tumba. Nos dejó un buen ejemplo.

Ñapa 2.- Comparto este mensaje: “Las putas insistimos que los políticos no son hijos nuestros”.