Picoteo

Héctor Manuel Galeano Arbeláez

El pasado jueves los jóvenes ibaguereños nos dieron una hermosa lección de solidaridad, recorriendo el centro de la ciudad, bailando y cantando “venga  hermano que aquí está su aguepanela con pan”, que transportaban en un carro autoservicio, con toda las medidas de higiene que la situación amerita, al paso que se iban acercando a los desposeídos que  viven y duermen en la calle y con ternura y amor, los invitaban a aceptar el refrigerio y les iban entregando un pan de buen tamaño y un vaso de agua de panela. No vimos a ninguno de los jóvenes con ánimo de protagonismo. Lo que sobresalió fue su alegría y solidaridad. Qué bueno sería que este ejemplo nos sirviera a todos para que de acuerdo a las posibilidades de cada quien, pensáramos que también podemos y debemos contribuir a la eliminación de la inequidad de nuestra sociedad. 
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Nada que se ven los resultados de la tan cacareada lucha contra la corrupción, a lo mejor para no incomodar a muchos poderosos con millonarios contratos, obras inconclusas y elefantes blancos. De pronto  es noticia la captura de quien se robó un mercado o un par de gallinas, pero nada pasa con los grandes contratistas que pagan millonarias comisiones. Sobra leña para el fogón: Odebrecht, Reficar, Triangulo del Tolima, escenarios deportivos de Ibagué y sigue la larga lista, sin contar con las maromas que acostumbran hacer algunos alcaldes.

En casa la novedad del momento la tenemos  con el ejemplo de Villarrestrepo, en donde un vulgar delincuente hizo ochas y panochas, vendiendo milagros, violando creyentes y cometiendo otra serie de delitos aprovechando la ingenuidad e ignorancia de algunos feligreses  del padre Fredy Martínez. 

Lamentable por decir lo menos, la corrupción en la cultura. La Corporación Festival Folclórico Colombiano, se suicidó por mal manejo de dineros y el nombre de Inés Rojas Luna, puso a unos vividores a declararse únicos herederos de sus bienes, desconociendo a una hermana y a unos sobrinos que tienen derecho a su herencia. Estos vividores están utilizando la politiquería para convertir el Sanjuanero en una obra de autoría de doña Inés, ignorando que esa obra musical es una manifestación creada por el pueblo. Una demostración de mala fe de los gestores y de ignorancia de los funcionarios metidos en el paseo.

Nadie sabe por cual trocha andan los restos de los partidos tradicionales y a la gente no le interesa su suerte por su inutilidad. Esta situación es aprovechada por algunos que aspiran a lo que sea y como sea. Y como para eso se necesitan votos, los rebuscan con amenazas, con tamales, con lechona, con plata mal habida, con promesas, con firmas o con lo que sea, arremetiendo contra Venezuela, contra Cuba, contra el comunismo, el capitalismo y todos los ismos, así no entiendan  de qué se trata. Y todos mirando  para el cielo, para ver por quién hay que botar el voto.

Ñapa.- No se puede hacer nada para cambiar lo que ya pasó, pero si se puede hacer mucho para cambiar lo que viene.

 

HÉCTOR GALEANO ARBELÁEZ

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