Un colombiano en Miami

Hermógenes Nagles

Trump Capitulo Dos
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De los 77. 4 millones de votos con que Joe Biden conquistó la presidencia de los Estados Unidos, se estima que aproximadamente el 53 por ciento de las mujeres no dieron votos sino carterazos contra Donald Trump. Le dieron con todo lo que pudieron: con las manos y con los pies. Mejor dicho, lo sacaron a taconazos de la Casa Blanca. Personalmente pienso que fueron las mujeres las que, finalmente, derrotaron al engreído Trump.

Algunos analistas también coinciden esta vez que las abuelas, matronas, solteronas, baby sisters, abogadas, psicólogas, periodistas, madres cabeza de familia, casadas, separadas, jóvenes, estudiantes, americanas, latinas, rusas, migrantes, inmigrantes, católicas, cristianas, todas ellas, sin distingos sociales,  intelectuales, ni colores políticos parecieron cerrar filas contra el bribón de Donald, cobrándole viejos escándalos de faldas y, sobre todo, su patanería y altanería con que suele referirse al mal llamado sexo débil. 

Durante el primer año de su mandato, Trump no pudo capotear el sonado debate político y judicial que se le armó en grande cuando la prensa reveló que el presidente de los Estados Unidos se había echado una cana al aire y de paso violado la constitución y la ley al comprar el silencio de la actriz porno, Stormy Daniels, mediante gestión secreta adelantada por su íntimo amigo el abogado Michael Cohen. Al pobre Cohen primero se le vino encima la carismática Melania, quien le prohibió, terminantemente, acercarse a su fiel marido.

Después una corte lo condenó a pagar tres años de cárcel al encontrarlo responsable de fraude fiscal. Cohen admitió que en la campaña presidencial del 2016, se pagaron 130 mil dólares a la Daniels para que no fuera a soltar la lengua contando sus ratos de lujuria con el candidato Trump. Su papel de Celestino se repitió nuevamente cuando se supo que tuvo que cubrir con su chequera otros 150 mil dólares girados a la revista National Enquirer, especializada en publicar escándalos de catre para que no llevara a sus páginas un segundo caso de infidelidad del ciudadano Trump con la modelo Karen McDougal, conejita de la revista Playboy.

Según declaración de un portavoz de la revista, Cohen entregó todo ese fajo de dinero para tapar ese segundo escándalo.  Semanas atrás, Cohen había sudado la gota gorda apagando un conato de incendio desatado por el propio Trump.

Este había dejado filtrar a la prensa norteamericana un caliente video grabado en 2005, donde dándoselas de artista se declaraba irresistible ante las mujeres y se ufanaba, también, de ser un adicto sexual gracias a sus dotes de fama y fortuna. De cuando en cuando, casi siempre, a Trump le divierte hablar de sus infidelidades, de sus amigas casquivanas y conejitas de playboy. A un periodista de la cadena Fox le había confesado, también por aquellos días, que para conquistarla y hacerla su mujer había tenido que pagar muchos millones de dólares a la bella Melania. “No me arrepiento para nada. He pagado lo que vale”, dijo en un aparte de una entrevista de radio.

Por meterlo en tremendo lío, Cohen define a Trump como un bocón, traidor y mal amigo. Esto se lo hizo saber a la Corte que lo juzgaba cuando escuchó la declaración perversa en la cual el presidente Trump decía, sin siquiera sonrojarse, que él nunca había presionado a su abogado para que violara la ley. “Lo que pasó lo hizo por su cuenta y riesgo”, admitió. Molesto en grado sumo, Cohen dijo, casi loco y con desesperación: “ciudadanos de los Estados Unidos, ciudadanos del mundo, no crean lo que dice Donald Trump. Es un hombre que miente. A mí me correspondió pagar por sus mezquinos actos”. 

De ese ser asqueante que tanto aborrecen las mujeres en los Estados Unidos y del cual da cuenta sin tapujos el abogado Cohen, también habla con rabia su sobrina, Mary L. Trump en su novela “Demasiado y nunca suficiente”, una destructora biografía familiar en la que la autora comienza escribiendo con frialdad de cronista policiaca: “Este libro es una confesión de cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo”.

HERMÓGENES NAGLES

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