¡Ni por chiste!

Hugo Patarroyo Murillo

No se sabe si fue a propósito que “se hicieron los locos”, con el tema de las amenazas al Concejal Rubén Darío Correa pero, los enmermelados medios del Tolima no le prestaron la atención debida, a un tema tan delicado como los intentos de intimidación al edil municipal y a su familia , en Ibagué.
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¿Qué tal que hubiese sido al contrario?  ¿Que las amenazas hubiesen sido a “Al Pacino” o, a alguno de sus lugartenientes?  ¡El escándalo habría sido mayúsculo! Pero, como fue al “Gordo Correa”, no pasó nada.  Se les olvida que, “el Gordito” representa a 38.700 ibaguereños que creyeron en su propuesta política, votación configurada por personas pertenecientes principalmente, a estratos que, como “el cariño verdadero” ni, se compran,  ni se venden.

Correa llegó al Concejo de Ibagué y, tan pronto observó el panorama, decidió declararse en “oposición constructiva”. No era fácil, pero… era lo mínimo,  que podía hacer. Interpretar a esos casi 39.000 ibaguereños que, estaban en contra de las “famiempresas” políticas, a las que él tanto había cuestionado en su campaña para la Alcaldía de Ibagué. Correa Carvajal debía tener coherencia.  La actitud asumida en el Cabildo de Ibagué, debía ser análoga con su discurso. Talante algo exótico, por esos lares .

Pues bien, hoy en día, Correa , en compañía de los Concejales Javier Mora y Jaime Tocora, alentados por los diputados Carlos Reyes, Julio César Morato y Renzo García, ejercen un verdadero control político. Han conformado  el núcleo principal de un grupo cívico anticorrupción en Ibagué y el Tolima. A esa colectividad se les está sumando un importante grupo de periodistas independientes, escritores, empresarios y profesionales de diferentes áreas, todos ellos, cansados con el tema de “el corone del billete” que, lo que hace es, debilitar el sistema político colombiano, al sustraer los recursos del Estado que, le pertenecen por derecho propio a los menos favorecidos. Ni más, ni menos.

De allí, que la gente en nuestro país, haya perdido toda credibilidad en la estructura política colombiana. Tan así que, hasta a los órganos de control se les mire con recelo, mejor dicho, “mucho tilín tilín y nada de paletas”. Mucho “show” mediático y nada de  “el hacer”, como lo sugiere un alto dirigente del Tolima.

Éste destacado grupo, que vela realmente por el desarrollo socioeconómico de los tolimenses, se opuso , tanto en la Asamblea Departamental, como en el Concejo de Ibagué, a que se girara un “cheque en blanco” a los ordenadores del gasto, toda vez que, no habiendo claridad absoluta en los Planes de Desarrollo, los dineritos del erario, bien podrían direccionarse o, redireccionarse a obritas de cemento que son, donde queda más fácil, pagar los “cupitos”.

El tema de la salud, ya pasó de moda para ellos. Ya desaparecieron todas las amenazas sociales que se cernían sobre Ibagué y el Tolima, principalmente, los virus y la pobreza.  De allí que haya que amenazar al “Gordo Correa” por oponerse a la mermelada y, a “las colombinitas” que se reparten a los adoradores del régimen. Ese tema, ni en broma.  Se les puede “voltear” la torta, si le llegase a “suceder algo” a Rubén Darío Correa o su familia.  Más  bien…. ¡A ayudar, a cuidar al gordito!

 

HUGO PATARROYO MURILLO

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