Y… ¿qué?

Hugo Patarroyo Murillo

El fin del 2020 y los comienzos del 21, me llevaron a analizar retrospectivamente los escritos de los principales (verdaderos) columnistas y forjadores de opinión en el Tolima.
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En ése “variopinto”, encontré algunos muy valiosos (con el respeto de los otros) y encontré personajes como: Guillermo Pérez, Alberto Bejarano, Henry Rengifo, Camilo González, Camilo Ossa, Hermógenes Nagles, Ismael Molina, Laura Castro, Alexander Correa, César Picón , Carlos Romero (caricaturista), Jaime Eduardo Reyes, María Yolanda Jaramillo e indudablemente, a nuestro admirado Alfonso Gómez que, aunque conoce como nadie, los “intríngulis” de la política tolimense, prefiere no meterse en los temas parroquiales y se remite más bien, a las contrastaciones histórico jurídicas de épocas pasadas.

Pues bien, en todos los anteriormente mencionados columnistas, encontré un “hilo conductor”, algo que los une, una fibra que los ata, un cablecito que los entrelaza: su verdadero interés por el progreso social y económico del Tolima y de sus gentes. A su manera. Sin lambonería, sin “lanzar globos al aire”, sin “cortinas de humo”, diciendo las cosas por su nombre y como deben de ser, buscando el más alto interés de los tolimenses: el bienestar a toda costa.

Pero… qué curioso!!! Aunque todos quieren lo mismo, el panorama es cada día, más desolador. Ibagué y el Tolima, sobre-diagnosticados pero, dando tumbos por doquier. Afloran permanentemente las “socializaciones”, las “concertaciones”, los foros, los conversatorios, los “show mediáticos”, en fín, todo lo que se les ocurre a los encargados de “la mass media” y, el tolimense y sus familias, ahí, impávidos, mirando el manejo del circo pero, con el estómago vacío… con el tema del Covid, cada día más cerquita. Con menos defensas en su organismo, para lograr una mayor protección en su ser.

¿Qué se necesita? ¿Liderazgo ¿? No habrá en el Tolima un grupo de personas que, “se amarren los calzones” y digan: hasta aquí fuimos!!! No más!!! Alguien que le ponga el pecho al tema y que, como diría Gómez Hurtado, “busque socios en un proyecto político, más no cómplices”, ¿tal como se ha visto recientemente entre “rojos” y “azules” en nuestro Departamento? Debe haber una forma. Hay que rescatar la “DIGNIDAD” del Tolimense.

Se debe “buscarle la comba al palo”. Y… creo, (con todo respeto a sus promotores) que no es precisamente a través de “revocatorias”, que se llega a buen puerto. El tema de “revocar un mandato” se va a poner de moda en los próximos meses: Bogotá, Medellín, Cali, y otras ciudades, van a entrar en ése juego. Pero, de ahí, a que se logre el objetivo (tumbar al mandatario), hay mucho trecho. La gente no va a “pararle bolas” al tema. La pandemia, lo tiene todo absorbido. Y, lo que sí van a lograr, es que la atención se desvíe un tanto del tema de la salud que es, lo más primordial en éstos momentos. Y… de paso, lo que también va a suceder, es que, a los revocantes, al no resultar victoriosos, la contraparte les pase su “cuenta de cobro” , indicando que, la ciudadanía terminó fue apoyándolos a ellos (así no sea cierto y, todo el mundo quiera salir de su Alcalde). Aquí en Colombia, el tema de “la revocatoria”, está diseñado es para que NO funcione. Hay que entender las cosas como son, más no, como debieran de ser. Y… ¿qué?

HUGO PATARROYO MURILLO

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