Cartas a Antonia

Hugo Rincón González

Desde la llegada de la pandemia a nuestro país en el mes de marzo de 2020, cuando se ordenó el confinamiento total de todos nosotros, la sensación de incertidumbre y desasosiego fue mayúscula. Nuevas maneras tuvieron que desarrollarse para realizar el trabajo, las que implicaron un cambio sustantivo.
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Tocaba laborar desde casa y hacer en ella todo lo que fuera necesario para no sucumbir al encierro asfixiante. Esta circunstancia generó mayores oportunidades para realizar una actividad que me apasiona: leer y especialmente literatura.

Como dice el autor colombiano Mario Mendoza: “…la persona que no lee, vive solamente una vida, mientras que la que lee, vive muchas vidas, las de los personajes de los libros con todas sus historias, vivencias, dramas y alegrías”. Sin duda este autor tiene razón. Cualquiera que se sumerge en una narración, empieza a percibir esas historias de una manera cercana, íntima y sobrecogedora. Incluso hay textos en los que se desenvuelve la historia del personaje haciendo un paralelo con la del país o la región donde discurre la acción.

Un ejemplo de esto sucede con el libro póstumo de Alfredo Molano Bravo “Cartas a Antonia”. Este texto recoge los escritos del autor a su nieta durante más de una década. Su propósito es tratar de explicarle el país en el que nació y que él tuvo la oportunidad de recorrer y conocer.

Alfredo Molano confiesa allí su enorme amor por Antonia. En el prólogo, escrito por Alfredo Molano Jimeno (su hijo), éste reconoce que su padre se desvivió siempre por su nieta. Desde el momento de su nacimiento en noviembre de 2006 hasta el 31 de octubre de 2019 cuando fallece, siempre ella estuvo en el centro de sus afectos de abuelo. En el mismo prólogo expresa: “ Y fue tanto el amor y el miedo que tenía de no estar para ella cuando fuera adulta, que hace muchos años decidió escribirle un libro”. Y, continúa más adelante: “Muchas veces se le oyó hablar de este texto, lo hizo no como uno más de sus veinte y tantos libros, sino como el mejor regalo que le habría hecho a esa niña que tanto amó”.

Cartas a Antonia es un libro con las reflexiones y enseñanzas de Alfredo Molano, integrante de la Comisión de la Verdad hasta el momento de su muerte. Se narran recuerdos y vivencias  compartidos, además de un diario sobre la enfermedad que lo agobió y contra la que luchó hasta el final. Son textos íntimos, personales, que muestran las preocupaciones de todos los viajes que como caminante hizo hacia esa Colombia profunda, desigual y violenta.

Hermosa manera de decirle a Antonia en la ceremonia de su bautizo: “Quiero verte montar en bicicleta, echar cometa, navegar por el Guaviare y por el Atrato, atracar en sus puertos y dormir con su gente. Quiero llevarte a conocer Caño Cristales, donde el agua tiene siete colores, y al Cañón del Guáitara, donde se encierra el eco del trueno…”. Expresión que le sale del alma como cuando manifiesta: “Antonia, te pido: préstame una pestaña para barrer mis penas y atrapar mis alegrías”.

En el libro igual se nos presenta en la manera narrativa de Molano, la historia del despojo, la corrupción, el narcotráfico, las luchas sociales de los pueblos étnicos, la violencia desatada alrededor de los megaproyectos mineros, las luchas por los territorios de los actores en conflicto y toda la injusticia del país en que le tocó nacer a Antonia.

Esta bitácora de recuerdos y reflexiones nos acerca a la dimensión humana de Molano Bravo, a su talento para escribir fruto de la extraordinaria capacidad que tuvo de escuchar a los pobladores de la Colombia olvidada, mediante la cual nos contó en muchos de sus libros, la vida que acontece en la denominada “selva adentro”, esa que la inmensa mayoría de nosotros desconoce y por lo tanto desprecia.

Un libro hermoso, conmovedor y desgarrador que nos sirve para entender la complejidad de nuestro país.

HUGO RINCÓN GONZÁLEZ

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