Gavilla

Hugo Rincón González

Lo que hemos visto en los últimos días de esta campaña electoral es una verdadera gavilla en contra del candidato progresista.
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Ante el repunte en las encuestas y las mediciones diarias del tracking donde aparecía creciendo, pasando de ser un perdedor para ponerse al frente de la intención de voto, la mayoría de los medios de comunicación masiva tomaron partido vergonzosamente para intentar atajar su muy probable victoria. 

En un programa de humor, donde se supone la existencia de un ambiente relajado como La Luciérnaga, además de bromas, el periodista encargado de las notas políticas y económicas no pudo disimular su animadversión, y en el momento de tener la posibilidad de preguntarle al candidato Gustavo Petro, su irritación y encono salió a la superficie, tratando de llevarlo a las cuerdas como en el boxeo para golpearlo sin compasión. No obstante, esta pretensión hostil y agresiva del periodista, el político sorteó con tranquilidad pasmosa cada interrogante, sin perder la compostura y con una gran carga de profundidad en cada respuesta. Sería bueno haber visto a su competidor en el mismo escenario y confrontado de esta manera.

Caso “especial” es el que viene realizando la revista Semana. Cada titular, la forma en que presenta la “información” parece un editorial antipetro. Luego de conseguir a través de medios sin determinar una gran cantidad de horas de grabación de su campaña, ha venido intentando dinamitar y demoler su aspiración. Desde la consecución de este material viene liderando una campaña de publicación a cuentagotas de estos petrovideos como la prensa los llama. Genera campaña de expectativa sobre nuevos “hallazgos” que revelarán con mayor asiduidad e intensidad a medida que nos acerquemos al 19 de junio. Sin embargo, a pesar de ese propósito torvo, su efectividad está en entredicho puesto que no parece haber afectado la imagen del candidato y por el contrario algunas encuestadoras ya le dan 10 puntos de ventaja frente a Rodolfo Hernández. Una pregunta intrigante surgida este fin de semana es ¿por qué razón no publicaron la encuesta del Centro Nacional de Consultoría que ya habían realizado? Seguramente a los propietarios de los medios no les gustó su resultado, podría pensarse.

A esta gavilla de la prensa se le ha sumado el senador Jorge Enrique Robledo, que en su furioso antipetrismo se le vino lanza en ristre en su obsesión por demostrar que Petro no nació en Ciénaga de Oro (Córdoba), sino en Zipaquirá. Reitero lo manifestado hace una semana, triste final de su carrera política como senador, le puede más su tema personal con el candidato que el bien superior del país. Si no hubiera sido por el portazo en las narices propiciado por Rodolfo Hernández, estaría sentado a manteles con todos los clanes políticos, el duquismo y la extrema derecha. Lo que hay que ver.

Hay una fotografía de un partido de fútbol en la cual se ve al astro del fútbol Lionel Messi con el balón en sus pies y cuatro adversarios rodeándolo para arrebatarle el esférico. Así está hoy Gustavo Petro, cercado en una gavilla de sus contradictores quienes unidos (cada uno jugando su propio rol), intentan evitar su llegada a la presidencia. Seguramente él con su habilidad y con el respaldo de la mayoría de la ciudadanía conseguirá el propósito de llegar a la primera magistratura del país para promover y sacar adelante las grandes reformas sociales para transformar a Colombia.

La gavilla es un último y desesperado esfuerzo de quienes detentan el poder por evitar el cambio real que se requiere en nuestra nación, esperemos al 19 de junio para saber si los contradictores y enemigos de la transformación social se imponen, o, por el contrario, logramos por primera vez la llegada del progresismo al poder para instaurar un gobierno que reivindique el vivir sabroso para las grandes mayorías excluidas del país y para toda la ciudadanía.

COINSPIRANDO

HUGO RINCÓN GONZÁLEZ

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