Los 28 años de El Nuevo Día

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Quiero destacar en estos primeros 28 años del diario El Nuevo Día, el relieve que se ha dado a los diferentes campos como la educación, la juventud, la política, la salud, la empresa, la mujer, la ciudadanía.
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Resaltar el liderazgo que cada uno de sus gerentes Antonio Melo, Miguel Villarraga y Adriana Quijano, han logrado desarrollar para que se siga avanzando en búsqueda de garantizar la información tan necesaria en una sociedad democrática y pluralista como lo señala el artículo primero de la Constitución Política de Colombia.

Mi reconocimiento por los aportes realizados por Martha Miriam Páez en su momento y Edwin Ballesteros, como jefes de redacción; Helmer Parra, Jorge Cuéllar, la recordada Mónica Sáens y todos y cada uno de quienes forman y han sido parte de la casa del Nuevo Día por su loable labor y su creativo desempeño para impactar día a día la información.

Gracias por ser parte de la vida de los ciudadanos y por permitirnos ser de esta casa que sentimos como nuestra y como dijo Guillermo Pérez en desarrollo de la celebración llevada a cabo el domingo anterior, estamos de plácemes porque 28 años no se cumplen todos los días, con 10 mil cien ediciones hasta la fecha.

El Nuevo Día ha hecho gala de creatividad, en consecuencia, es el medio en el cual siempre se necesitarán las personas porque la tecnología no las puede reemplazar, tal como lo expresó Jorge Cuéllar, reportero gráfico del periódico, Premio Nacional de fotografía Ángel Vargas V, por Gaceta de Colombia la Red de Prensa Colombiana y el Senado de la República en el año 2014.

Se percibe en cada una de sus fotos, la sensibilidad del ojo humano que no la reemplaza un dron y una de muchas pruebas es aquella captada en el avistamiento de Ovnis, gracias a una señora que le informó que se veían seis o siete luces arriba, moviéndose en forma equidistante, a las diez de la noche, dando como fruto la imagen que generó entre algunas, la llamada de Darío Arismendi.

Y, para finalizar, solo me resta elevar mi plegaria por largos años de vida para nuestro periódico El Nuevo Día, desde donde sigo insistiendo en la necesidad de continuar con el distanciamiento que implica tomar distancia del otro, una sola gota de saliva en los ojos puede contagiar de este virus que a todos nos ha transformado la vida y por lo cual nos asiste una verdadera responsabilidad social, familiar y personal.

Recuerden que podemos seguir comunicándonos y haciendo sentir nuestra presencia a través de la tecnología, así socialmente estaremos unidos, pero físicamente distantes.

¡Larga vida para El Nuevo Día!, ¡salud para todos en este mes de diciembre!

INDIRA ORFA TATIANA ROJAS

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