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También hay un día internacional de la mujer, que se celebra el 8 de marzo pero, esta celebración de la que me ocupo, fue aprobada en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo y siendo presidente del senado, el tolimense Guillermo Angulo Gómez, padre de la actual ministra de educación.
La Ley a la que me refiero, dice expresamente, en su artículo segundo: “El Gobierno Nacional por medio del Ministerio de Educación, el Ministerio de Defensa y la participación de la Academia de la Historia, se hará representar en los actos patrióticos que se celebrarán en aquella fecha, y tal día será proclamado cívico y "Día de la Mujer Colombiana" en todo el territorio nacional”.
No todos los días de celebración tienen la misma importancia y algunos de ellos sólo son aprovechados como días de descanso, pocas veces se sabe del motivo.
Entonces, hago la invitación para que se reflexione sobre la equidad de género que tantas veces se reclama y para lo cual hay muchas leyes.
Insisto sobre el rol de la mujer en la educación de los colombianos, tema que ya traté en otra oportunidad pero repito algunas citas que vale recordar: “Si se educa a un hombre, simplemente se educa a un individuo, pero si se educa a una mujer, se educa a toda una nación", lo dice el ghanés James Emman Aggrey.
Un estudio del Banco Mundial, entre sus conclusiones plantea que: “Cada año de educación secundaria se correlaciona con un aumento del 18 por ciento de la capacidad de obtención de ingresos de las niñas en el futuro… que la educación de las niñas tiene un efecto multiplicador.
Según este informe, las mujeres solo acceden al 75 por ciento de los derechos del hombre y la brecha salarial es del 19 por ciento entre hombres y mujeres.
Aquí sigo reiterando la importancia de educar a la mujer, respetarle sus derechos y la igualdad de género, frente al hecho de que las estadísticas informan que es mayor el desempleo, su participación en cargos gubernamentales y de corporaciones públicas es discriminatorio y no se presta atención prioritaria al 35.5 por ciento de las mujeres que son cabeza de hogar en el Tolima, según datos del Dane del año 2020.
Invito a las instituciones educativas a que traten el tema desde una abordaje crítico que proponga y aporte al conocimiento de los derechos del hombre y la mujer para el avance y desarrollo desde la educación, que garantizará una vida digna, en condiciones que conlleven a la felicidad, porque se tiene ese derecho.
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