Todos por una ciudad más limpia

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

“El Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana -CNSCC- de conformidad con la ley 1801 del 2016 es el instrumento normativo con el que cuentan todos los habitantes en el territorio colombiano y las autoridades, para corregir y prevenir de forma oportuna los comportamientos que afectan la sana convivencia enmarcado en la seguridad, la tranquilidad, la protección de ambiente y la salud pública”.
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Sin embargo, los comportamientos de muchos ciudadanos reflejan desconocimiento de las normas mínimas de convivencia  y de las multas a las cuales se podrán enfrentar cuando infringen el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Un sujeto que afecte la tranquilidad de sus vecinos al no recoger los excrementos de su mascota, si es denunciado ante la inspección de policía simplemente presentando una foto, deberá pagar un monto de 133 mil 333 pesos. Aquí el llamado es a que cada uno manifieste respeto por el otro y recoja con una bolsa los desechos de sus mascotas; que los transeúntes y testigos hagan el llamado inmediato para que el dueño de la mascota, obre como buen ciudadano y cuide la higiene de la cuadra, los lotes, los parques, las calles, los jardines y todos los lugares públicos que deben permanecer libres de materia fecal. Aquí corresponde recurrir a la sanción social.

Las mascotas se convierten en miembros de las familias, tienen derecho a satisfacer sus necesidades y sus dueños la obligación plena de no contribuir al incremento de problemas de salud pública, ni generar relaciones interpersonales conflictivas que incluso llegan a violencia doméstica. Me uno a la campaña de “Ibagué Limpia”,  seamos parte de la solución.

La corresponsabilidad ciudadana implica evitar hedores y responder por las mascotas. Las ciudades no pueden ser reconocidas como inodoros públicos de los animales.

Otra situación crítica tiene que ver con las normas de tránsito: continúa el incremento de accidentes de tránsito, el irrespeto al semáforo, la conducción bajo los efectos del alcohol, entre otras.

Quien conduce sin portar su licencia, se expone a una multa de 266 mil 667 pesos; por usar su teléfono móvil al conducir podrá ser multado con un pago de 500 mil pesos; por pasarse el semáforo en rojo la multa es de un millón de pesos; por transitar en contravía la sanción podrá ser de un millón de pesos;  por conducir en estado de embriaguez la multa oscila entre los 2 millones 970 mil y 47 millones 520 mil pesos moneda corriente, para el año 2022.

Es necesario obrar con sentido común, con el respeto por lo público, por el cuidado del otro y de sí mismo, pero si hay tan poca formación para manifestar las mejores prácticas ciudadanas, es recomendable leer el Código Nacional y convivencia ciudadana, tal vez de esta manera el comportamiento inadecuado se transforme.

Un buen propósito para el año, es que seamos mejores vecinos y habitantes de la ciudad

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

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