Indicadores de pobreza, salud y nutrición (I)

Una de las manifestaciones más angustiantes de la pobreza es la desnutrición, producida por la falta de alimentos para consumir y sus secuelas, como son las enfermedades por disminución de la capacidad del organismo para defenderse de infecciones y por el deterioro de tejidos y órganos vitales.

La desnutrición y la enfermedad son vivencias reales en los hogares pobres. Para la población en pobreza por falta de un ingreso que permita satisfacer necesidades básicas como la alimentación, el acceso a la salud, la educación, el agua potable, una vivienda digna, alcantarillado y un espacio para recreación, el percibir la situación de pobreza no requiere de cálculos ni estadísticas y es una dura realidad que está presente día y noche. Pero para académicos, políticos y administradores, la pobreza es otra dimensión que se puede medir de muchas maneras acudiendo a la econometría y las estadísticas.

Esto es lo que ha sucedido con la reciente polémica en la que fueron protagonistas el Vicepresidente Angelino Guzmán, funcionarios de Planeación Nacional, el propio Presidente de la República y más discretamente técnicos de Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Universidad de Oxford de Inglaterra.

Esta última institución, muy prestigiosa por cierto, ha diseñado, propuesto y difundido una metodología para medir la pobreza en los países, especialmente en los llamados del tercer mundo, entre los que se encuentra Colombia. La metodología tiene el nombre de Indice de Pobreza Multidimensional (IPM) en español, y pretende ser más precisa que las usadas anteriormente. De paso es necesario anotar qué, por ejemplo, las mediciones de la pobreza sirven para construir periódicamente el Sisben.

Con la nueva metodología de medición para considerar un hogar como pobre se utilizan 10 indicadores con las siguientes interpretaciones entre los cuales están los relacionados con la salud y la nutrición.

Un indicador determina que una familia es pobre si en su hogar ha muerto un niño menor de cinco años por alguna enfermedad prevenible como es el caso del sarampión, la difteria, la tosferina, el tétanos, entre otras. Otro indicador, relacionado con la seguridad alimentaria, define la pobreza cuando en el hogar en el momento de una encuesta se encuentra un niño o un adulto se desnutrido.

Los demás indicadores tienen que ver con la educación, cuando niños que deberían estar en la escuela no lo están. Los siguientes indicadores, denominados de calidad de vida, están relacionados con la vivienda (si el piso es de arena, tierra o estiércol), el agua potable, la electricidad y la recolección de basuras.

En agosto de 2010 se propuso reemplazar la metodología de medición de pobreza de Naciones Unidas, que determina la pobreza si un persona tiene para vivir con dos dólares diarios, un equivalente a unos tres mil seiscientos pesos, y la indigencia si sobrevive con un dólar diario o sea mil ochocientos pesos, por la nueva metodología creada por la Universidad de Oxford.  

Según la nueva metodología (IPM), una de las mayores carencias en la pobreza es la salud; el número de pobres son el 23 por ciento de la población. Con las anteriores metodologías los pobres eran el 42 por ciento de los colombianos. ¿Se bajan los pobres cambiando de metodología? 

Credito
PABLO ISAZA

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