La quiebra de la salud

Solamente que las denuncias de corrupción son cada día mas graves; que la medicina curativa reemplazó a la medicina preventiva y que ocupamos uno de los más deshonrosos últimos lugares en el mundo en mortalidad materna y uno de los primeros en tuberculosos en Suramérica.

En reciente declaración a los medios de comunicación, el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, declaraba que el sistema de salud colombiano desde 2008 dejó de ser estable y que al sumar los negativos desde 2009, el déficit equivaldrá al 55 por ciento del Producto Bruto Interno (PIB) del país, suma estrambótica para un sistema de salud. El déficit que se acumulará de hoy al año 2030 será de 300 billones de pesos.

El planteamiento del Ministro es muy sencillo: esperaremos a 2030 o 2050 para que ni vendiendo la mitad del país se pueda subsanar el déficit; alguien se podría preguntar, en una forma más racional ¿y por qué no se cambia el sistema para que no se llegue a ese monumental déficit? No, esto ni plantearlo, según se desprende de todos los intentos hechos por parte de asociaciones médicas y de pacientes, y las negativas de quienes tiene a su cargo las decisiones políticas para hacerlo.  No se va a cambiar, según dicen, las autoridades desde hace más de 15 años, porque el sistema es un modelo en el mundo y no hay por qué cambiarlo.

Sí, es modelo, según las autoridades de salud y planeación nacional. Solamente que las denuncias de corrupción son cada día mas graves; que la medicina curativa reemplazó a la medicina preventiva y que ocupamos uno de los más deshonrosos últimos lugares en el mundo en mortalidad materna y uno de los primeros en tuberculosos en Suramérica;  que las asociaciones de pacientes han tomado la decisión de salir a la calle a denunciar y presionar para que se reforma la salud en el país; que la Organización Panamericana de la Salud, OPS, ha demostrado en reciente estudio, que con la entrada del TLC, por la extensión de patentes, el costo social sería de U$490 millones anuales, con lo cual van a perder acceso a medicamentos 500 mil colombianos cada año; que los sobrecostos por sobrefacturación han llegado a los tres billones de pesos, según estudios de la Federación Médica Colombiana. En fin, se podría seguir enumerando cada una de las características del maravilloso modelo de salud de Colombia.

La salud está en quiebra porque se instauró un modelo improvisado que, a la fecha, ha tenido al menos tres reformas por ley, reformas que lo hacen cada vez menos viable; porque se suprimió el ente rector de la salud que era el Ministerio de Salud; porque el organismo rector es privado, en cabeza de la empresas privadas de salud; porque los sistemas de información son un galimatías que nadie entiende, solamente los corruptos que quieren medrar de los recursos de la salud; porque medicamentos que en otros países valen 100 en Colombia valen mil; porque se estableció un fondo de recursos y pacientes, el Fosyga, de carácter nacional y de los pacientes, hoy quebrado, del cual derivan dineros para inversiones de todo tipo que nada tiene que ver con la salud; estas y muchas razones son la causa de la quiebra de la salud.

El ministro Echeverry es paciente en sus vaticinios y espera que en 2030, mejor en el 2050, el sistema de salud colombiano elimine su déficit.

Credito
PABLO ISAZA

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