El estudio de estas variables es fundamental para saber cómo están los niveles de salud por estratos poblacionales, por su lugar de residencia y por su ingreso económico. Los perfiles epidemiológicos de las ciudades realizados con una periodicidad de entre dos y tres años permiten apreciar los avances o retrocesos de la salud de la población. Saber cuáles son las principales enfermedades, como están distribuidas, a que grupos de población afectan mayormente; cuál es su incidencia y su prevalencia y como inciden en la calidad de vida es el objetivo fundamental de la elaboración de un perfil epidemiológico, siendo este la expresión de la carga de enfermedad (estado de salud) que sufre la población, y cuya descripción requiere de la identificación de las características que la definen.

Si bien la epidemiologia es la base científica para llevar a cabo los estudios de un perfil epidemiológico, el concepto va más allá y no esta restringido solamente a la aparición de epidemias como podría interpretarse; también incluye el comportamiento de enfermedades como la hipertensión, el infarto de miocardio, la diabetes, el cáncer en todas sus manifestaciones, la adicción a sustancias ilícitas, las enfermedades relacionadas con la salud mental, las muertes e incapacidades por accidentes de tránsito, la violencia intrafamiliar entre otras enfermedades o daños que cada vez más ascienden en las tablas de morbilidad y mortalidad. ¿Cuántas personas y en que edades o en que sexo mueren o están afectadas por el VIH? Como se ha comportado la diabetes en los cinco o diez años ¿son acertados los programas preventivos o terapéuticos de EPS y secretarias de salud? ¿Qué edades son las más afectadas por enfermedades prevenibles por vacunación y en qué orden de magnitud? La respuesta solamente puede ser dada por el perfil epidemiológico de la ciudad.

El perfil epidemiológico está ligado a dos conceptos fundamentales: la transición demográfica y la transición epidemiológica. La primera significa un cambio en la estructura de la población pasando de una alta tasa de natalidad a una disminución de la misma, lo que significa menos niños, y a un aumento de la población de personas mayores; se presenta entonces la transición epidemiológica y  cambia entonces el perfil de las enfermedades; ya no son niños afectados en una gran proporción por el sarampión merced al adelanto tecnológico de la vacunación, pero sí muchos adultos mayores con hipertensión o accidentes cerebrovasculares. El perfil epidemiológico de siglo XXI en una ciudad anteriormente con mayoría de población rural no es el mismo de la primera mitad del Siglo XX; la migración y el adelanto tecnológico cambiaron la estructura de la morbilidad y la mortalidad.   Frente a estos cambios, los servicios de salud de las ciudades deben cambiar sus prioridades de atención de acuerdo al perfil epidemiológico encontrado, reorientado recursos hacia aquellas enfermedades que están aumentando la carga de morbilidad y mortalidad.

El Ministerio de Salud está propiciando que se realicen en departamentos y ciudades los denominados Análisis de Salud (ASIS) y los Perfiles Epidemiológicos como base para la mejoría de salud de la población.