El ciudadano colombiano no es el eje del sistema de salud

Los colombianos quedaron notificados por Alejandro Gaviria, ministro de Salud en una entrevista con el periodista Yamid Amat: “El ciudadano colombiano, sano o enfermo no es el eje del sistema”. Frente a esta sentencia la agremiaciones médicas enviaron al Ministro un comunicado del cual de toman los principales apartes.

Señor Ministro, quienes firmamos esta comunicación, profesionales de la salud pública de muy diversas disciplinas, investigadores en el campo de los sistemas y los servicios de salud y profesores universitarios, queremos abrir con usted un diálogo a propósito de sus puntos de vista expresados al periodista Yamid Amat, en entrevista publicada el pasado 13 de Enero en el periódico El Tiempo. Tenemos una inquietud central sobre la inversión de prioridades que ha sufrido el sistema colombiano de salud, a partir de la Ley 100 de 1993 y que, infortunadamente, usted sostiene: El ciudadano colombiano, sano o enfermo no es el eje del sistema. A partir de la vigencia de la Ley 100, los indicadores de salud desaparecieron como referentes de política, el discurso, las acciones y las evaluaciones se han centrado en los balances financieros, en la sostenibilidad financiera del sistema, en los flujos de caja, en los recobros. La información se constituyó como bien privado y como factor de competencia, de modo que el sistema de decisiones se basa más en argumentos interesados y en presiones de poder.

Hay una profunda crisis financiera en el sector, pero, ¿no hay crisis de la salud pública y tampoco hay crisis en la prestación de los servicios de salud?


Las denuncias de corrupción, la elevación incontrolada de precios de los medicamentos, los cobros y pagos fraudulentos, la destinación de recursos públicos a sectores que no tienen que ver con la salud y a inversiones privadas, constituyen evidencia de que el modelo aplicado en Colombia para administrar los recursos financieros destinados a la salud ha llegado a un nivel que es inaguantable. Un intolerable social.


La epidemia de sífilis congénita, señor Ministro, se da por una razón simple: a las mujeres gestantes de Colombia, casi el 100 por ciento cubiertas con alguna forma de aseguramiento, no se les está practicando el más simple de los exámenes y menos aún se les está dando el menos costoso de los tratamientos. ¿Esta no es una falla de la prestación del servicio?


La situación de la mortalidad materna e infantil, de las enfermedades inmuno-prevenibles y de los niveles de inmunización, la sífilis congénita, la tuberculosis son solo algunos de los indicadores que muestran la existencia de una profunda crisis de la salud pública. Se notificaron para el año 2012, 512 casos de muertes maternas: 400 fueron muertes tempranas, 74 tardías y 38 por lesiones de causa externa. Las entidades territoriales que aumentaron la notificación respecto al 2011 fueron: Valle de Cauca, Córdoba, Tolima, Bogotá, y Magdalena en orden de proporción. Hasta aquí la carta de las agremiaciones medicas.


Señor Ministro: ¿Las 512 madres que fallecieron tampoco eran “el eje del sistema”?

Credito
PABLO ISAZA

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