Los perturbadores metabólicos

En un mudo industrializado y globalizado aparece una nueva fuente de preocupación para los responsables de la salud tanto a nivel nacional como internacional: los Perturbadores Metabólicos (PE) o también llamados disruptores o alteradores metabólicos.

En un mudo industrializado y globalizado aparece una nueva fuente de preocupación para los responsables de la salud tanto a nivel nacional como internacional: los Perturbadores Metabólicos (PE) o también llamados disruptores o alteradores metabólicos. 

¿Qué son? El término está referido a una sustancia o una mezcla exógena de sustancias que alteran las funciones del sistema endocrino, y que por consiguiente perjudican la forma de vida de un individuo, de su descendencia o de poblaciones enteras. 

Algunos de estos compuestos son naturales, pero también los hay sintéticos, que se pueden encontrar en los pesticidas, los componentes electrónicos, los productos de aseo personal o los cosméticos, así como en los alimentos, ya sea como aditivos o contaminantes. Pueden encontrarse en muchos productos de uso diario, incluyendo botellas de plástico, latas de metal, detergentes, alimentos, juguetes y cosméticos.

Los perturbadores metabólicos, cada día más presentes en el medio ambiente, trastornan una de las funciones más vitales del organismo, la función realizada por una serie de glándulas pertenecientes al sistema endocrino: la glándula tiroides; la hipófisis situada en el cerebro; el páncreas responsable de regular el metabolismo de la glucemia; las suprarrenales que adaptan el cuerpo a situaciones estrés; los ovarios en la mujer y los testículos en el hombre. 

Estas glándulas segregan las hormonas que mantiene al organismo en un estado de sano equilibrio a lo largo de la vida. Es en este sistema en donde actúan negativamente los perturbadores metabólicos. Más grave aún, según investigaciones de la Universidad de Berna, Suiza, estas sustancias alteran el ciclo del sueño al disminuir la secreción de melatonina; el resultado es un sueño irregular que no repara y hace que la persona al día siguiente se sienta cansada y tensa. Datos convincentes establecen un vínculo entre el cáncer de próstata y factores ambientales derivados del trabajo en agricultura por el uso de pesticidas. 

¿Por qué se producen estas sustancias que alteran nuestro organismo? Según ha explicado Achim Steiner, subsecretario General de las Naciones Unidas y responsable de los programas de medio ambiente, los productos químicos están cada vez más presentes en la vida moderna y son importantes para algunas economías nacionales, pero su uso irracional pone en peligro la consecución de objetivos de desarrollo fundamentales y un desarrollo sostenible para todos. 

Los PE pueden contaminar el medio ambiente sobre todo a través de los residuos industriales y urbanos, los desagües agrícolas o la incineración y deshechos de basuras. 

La exposición humana puede producirse por ingestión de alimentos, agua o polvo, por inhalación de gases o partículas presentes en el aire o por contacto con la piel. La Organización Mundial de la Salud ha llamado la atención sobre la presencia de los perturbadores en los alimentos. Las aguas utilizadas para regadío, los pesticidas, y otros productos relacionados con la cadena alimenticia contienen sustancias que lesionan el sistema endocrino. 

Los Perturbadores Metabólicos son parte del precio que tiene que pagar la humanidad por el desenfrenado afán de hacer la vida más cómoda y por la utilización irracional de la naturaleza. Ya no es solo el efecto invernadero o el cambio climático, ahora hay que sumar los Perturbadores Metabólicos.  

Credito
PABLO ISAZA

Comentarios