Paro, desempleo y salud mental

Para quienes toman las decisiones de economía y política en Colombia, poco importa la salud mental de la poblacion a la que, supuestamente, deben cuidar, según la Constitución.

No les merece importancia llevar a cabo análisis sobre el aumento de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y la ideación suicida. Veíamos, en columna anterior, como el suicidio en el mundo había aumentado 11% por causa del desempleo generado por la crisis económica mundial de 2008. Los dirigentes en forma casi irresponsable se refieren a grandes núcleos de poblacion con frases como “algunos sectores van a ser perdedores, pero habrá otros ganadores como resultado de los TLC”. Esas poblaciones “perdedoras” como los agricultores que entraron en paro semanas anteriores, son quienes sufren en su salud mental. 

Estudios han demostrado que el desempleo, urbano o rural multiplica por siete el riesgo de contraer enfermedades mentales. Las crisis económicas recientes y pasadas han aumentado la desigualdad y la pobreza, factores considerados como determinantes de los trastornos mentales según múltiples estudios adelantados por  investigadores del campo de la psiquiatría y la psicología. 

El desempleo y la angustia por la pérdida de fuentes de ingreso seguras, como los productores de papa, arroz o leche, entre otros alimentos lesionados por el libre comercio, aumentan la desesperanza, el miedo, la inseguridad y la violencia. Desde el punto de vista de la salud mental de un país, es una gran catástrofe similar a la que viven quienes sufren un terremoto o una inundación. El estrés psicológico producido por esta realidad se traduce en trastorno mental del tipo síndrome de ansiedad, angustia, somatización y depresión siendo estas las cuatro principales causas de consulta, según estudios elaborados en Europa en la actual recesión. La ideación suicida aumenta y se incrementa la consumación del suicidio.

El síndrome de ansiedad es un trastorno caracterizado por malestar general, dolor de cabeza tensional, incapacidad de relajación, agitación, tensión muscular, sudoración, palpitaciones además de aprensión, preocupaciones, y dificultad en la atención y concentración. Puede ir acompañado de “ataques de pánico”, un trastorno mental suficientemente estudiado, caracterizado por angustia y sensación de muerte inminente; el ataque de pánico es común en las urgencias como motivo de consulta; es necesario tratar al paciente con medicación psicofarmaceutica.

La depresión, el segundo motivo de consulta durante una crisis económica familiar o personal, la Organización Mundial de la Salud la define como un trastorno mental que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. Puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional.

En Colombia, quien pierde el ingreso económico pierde el derecho a la salud porque está comercializada. 

Credito
PABLO ISAZA

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