Creer en Dios ayuda en la enfermedad mental

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Un alto o mediano nivel de creencia en Dios o en un poder superior mejora significativamente el tratamiento por trastorno mental a corto plazo, sin importar la religión a la que pertenezca la persona, concluye un estudio elaborado por el Dr. David H. Rosmarin, profesor en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. “Niveles más altos de creencia en Dios se han asociados con mayores reducciones en la depresión y los deseos suicidas, así como mayor sensación de bienestar psicológico en el curso del tratamiento,“ según describen los autores del un estudio.

Los investigadores hicieron seguimiento a ciento cincuenta y nueve pacientes seleccionados durante un período de un año y les preguntaron acerca de su creencia en Dios y en las expectativas de los resultados de su tratamiento. Simultáneamente evaluaron los niveles de depresión, bienestar y autoagresión, tanto al comienzo y como al final del programa de tratamiento. Se encontró que quienes manifestaban no creer en Dios o creer muy poco mostraron dos veces menor respuesta a las estrategias de tratamiento en comparación con los pacientes con niveles más altos de la creencia en Dios. Por otra parte, “niveles superiores de la creencia también fueron asociados con mayores reducciones en la depresión y autolesiones y una mas elevada mejoría en el bienestar psicológico en curso de tratamiento”, describieron los investigadores.

El estudio concluye que la creencia en Dios se asocia con resultados de mayor beneficio en el paciente como respuesta al tratamiento en la atención por trastornos de salud mental como la ansiedad, la depresión y la ideación suicida. Los resultados sugieren que la creencia en Dios fortalece la credibilidad de la persona en las bondades y posibilidades de éxito del tratamiento. Si se considera que la mayoría de las personas creen en Dios o en Ser Superior, un hallazgo de la naturaleza del encontrado en el estudio es de importancia, pues pone de presenta las implicaciones de la vida espiritual con la clínica.

Investigaciones como la adelantada por el Dr. Rosmarin arrojan luces sobre la relación existente entre religión y salud mental; estudios recientes han encontrado resultados que sugieren que la creencia en Dios o la práctica de una religión son un recurso que ayuda en el tratamiento de la depresión o la ansiedad generada por el estrés de la vida diaria. La historia demuestra que las organizaciones religiosas a menudo fueron las primeras en ofrecer cuidados compasivos a los enfermos mentales; sin embargo, durante muchos años, estas personas fueron perseguidas y estigmatizadas. A pesar de este hecho histórico, la primera forma de la atención psiquiátrica en el mundo occidental fue conocida como “tratamiento moral”; en éste la religión desempeñó un papel importante.

Las denominadas medicinas alternativas son, según la Organización Mundial de la Salud, un apoyo cuando se ha perdido la salud. Creer en Dios parece ser un valioso soporte en el trastorno mental.

Credito
PABLO ISAZA M.D.

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