La prevención del suicidio

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El suicidio es un problema grave de salud pública que exige la mayor atención. Está entre las diez causas mayores de muerte en cada país; es una de las tres causas principales de muerte entre 15 y 35 años; el impacto psicológico y social sobre la familia y la sociedad no se puede medir. En promedio, un suicidio individual afecta íntimamente al menos otras seis personas; si ocurre en una institución educativa, impacta a cientos de personas.

La prevención y control del suicidio no es una tarea fácil. La prevención bajo los lineamientos de una Política Pública de Salud Mental comprende al menos los siguientes componentes: provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños; tratamiento eficaz de trastornos mentales; control de los factores de riesgo; fortalecimiento de los factores protectores; difusión apropiada de información y una campaña de sensibilización del problema. Los factores de riesgo son características que hacen más probable que un individuo considere o intente morir por suicidio. Los factores protectores son características que hacen menos probable que una persona intente morir por suicidio.

Se han identificado factores de riesgo en quienes sufren de depresión: edad menor de 25 años; inicio temprano de episodios depresivos en el o la joven; abuso de alcohol y de sustancias psicoactivas y conflicto familiares, en el colegio o en el sitio de trabajo. La depresión en una comunidad sea esta barrio, comuna o institución educativa se identifica mediante la aplicación de encuestas de tamizaje las que una vez realizadas dan como resultado el hallazgo de casos de ideación suicida. Las encuestas son de fácil aplicación, de muy bajo costo y bajo el principio de Salud Mental Basada en la Comunidad puede ser realizada por personas de la comunidad, docentes y familias con un mínimo de asesoría por parte de psicóloga o medico con entrenamiento en este tipo de actividades.

Como ejemplo, una encuesta de tamizaje de suicidio con la escala de Plutchick en jóvenes universitarios en Bucaramanga encontró que un 11 por ciento tenía antecedentes de suicidio. Adicionalmente el 20 por ciento de las familias tenía problemas de relación. La misma encuesta realizada en una institución universitaria de Manizales encontró que un 13.5 por ciento revestía antecedentes de suicidio y con la escala de desesperanza de Beck el riesgo de suicidio fue del diez y seis por ciento. En ambos casos y con el concepto de prevención del suicidio se actuó con personal profesional para evitar la consumación de suicidio.

En otro campo de acción para la prevención del suicidio se lanzan campañas para el control de armas de fuego en domicilios y para evitar la venta indiscriminada a menores de edad de sustancias tóxicas como raticidas. Se llevan a cabo eventos de sensibilización para los propietarios de comercios que expendan sustancias tóxicas.

El suicidio es multicausal y complejo, pero su prevención es posible. Si se inician acciones preventivas como las mencionadas en esta columna, con seguridad las tasas de suicidio serán menores en Ibagué y el Tolima.

Credito
PABLO ISAZA

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