Usted no sabe quién soy yo

Pablo Isaza Nieto

“Usted no sabe quién soy yo”, dice un joven exaltado y desafiante a la autoridad que pretende decirle que modere su comportamiento. Otro joven exitoso, aun más exaltado que el anterior, mata de un disparo a un pequeño perro en una discusión que parecería trivial y sin importancia. Dos situaciones que podrían haberse presentado en hechos aislados, se dan en un substrato de violencia generalizada y de personalidad agresivas. Y es aquí donde se hace necesaria una explicación del porqué de una actitud que lleva inclusive a los estrados judiciales: en ambos casos los protagonistas son personalidades agresivas para las cuales pareciera que la vida es una guerra contra cualquier cosa que se interponga en la búsqueda de sus deseos.

Las personalidades agresivas sin estar dentro del rango de los denominados trastornos mentales, sí constituyen un grupo que por sus rasgos pueden compartir ciertos comportamientos que se salen de la normalidad. Investigadores en las áreas de la personalidad y el carácter han reconocido que existe un considerable grupo de personas con alteraciones del comportamiento que representan, como en el caso del “usted no sabe quién soy” o del victimario de la mascota, una amenaza para el orden social.

Según psicólogos no todas las personalidades agresivas pueden llegar a una conducta delictiva, pero todos plantean problemas en sus relaciones con la sociedad. Estas personas son individuos cuya forma de relacionamiento e interacción contienen una conducta de agresión considerable, persistente y de desadaptación, expresada en una variedad de formas y en una amplia gama de circunstancias.

Desde el punto de vista psicológico las diversas personalidades agresivas poseen características comunes con las personalidades narcisistas. De hecho, hay algunos psicólogos que tienden a considerar que las personalidades agresivas son una variedad de la personalidad narcisista. Uno de los subtipos de personalidad agresiva se puede definir por el hecho de que son narcisistas al extremo más patológico. Pero la principal característica distintiva de las personalidades agresivas no es tanto su narcisismo, sino más bien su afición a la agresión.

La personalidad agresiva busca una posición superior o dominante en cualquier relación o situación en la que se encuentre. El motor es la combinación de narcisismo y agresividad. El narcisismo se expresa en “usted no sabe quién soy yo”… que bien podría continuar yo soy esto y ocupo esta posición es la escala social, “yo lo puedo enviar al Chocó”. Con esta ultima frase se expresa el carácter de superioridad al vivir en Bogotá, seguramente en el norte, mientras que el interlocutor debe ir a una región que él considera atrasada e inhóspita.

Si bien el narcisista simplemente no considera los derechos y necesidades de los demás, el carácter agresivo pisotea los derechos y necesidades de los demás para satisfacer sus propios deseos. Su posición siempre será de superioridad.

Si a la personalidad agresiva se le agrega una buena dosis de alcohol en un medio violentizado por cinco décadas de guerra es muy fácil amenazar con el “usted no sabe quién soy yo”.

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