El lema del Día Mundial de la Salud 2015 es “Dignidad en la Salud Mental”, propuesto para evitar que en el mundo actual se sucedan hechos que motiven las siguientes declaraciones hechas por personas con algún trastorno mental:
“Personas que estuvieron sujetadas con grilletes recordaron el terror de estar encadenadas, pero dijeron que gran parte de la experiencia era un recuerdo borroso, dominado por la psicosis y la confusión”.
“Nosotros, las personas con problemas de salud mental, estamos enfrentando altos niveles de estigma y discriminación cuando se está etiquetado por tener un problema de salud mental, experimentamos la privación social, la pérdida de nuestros puestos de trabajo, la pérdida de prestigio social y ser aislados de la familia y la sociedad”.
“Mi barrio poseía las estructuras de cárcel al igual que las famosas salas de reclusión donde los pacientes se quedan tendidos en el suelo de cemento helado, cubierto de orina y heces y sin nada para utilizar como cobertura. Yo vivía en un lugar muy sucio, con inodoros rebosantes, puertas y ventanas rotas, uniformes desgarrados y en ocasiones los pacientes se quedaban desnudos...”. Testimonios de la violación atroz de los derechos humanos de personas enfermas, no de cáncer o de Sida, por supuesto merecedores de todas las atenciones y cuidados, sino de un trastorno mental.
El tema del Día Mundial de la Salud Mental de este año, observado el 10 de octubre, es “La Dignidad en la Salud mental”. Se pretende crear conciencia de lo que se puede hacer para garantizar que las personas con problemas de salud mental puedan seguir viviendo con dignidad.
Los trastornos mentales afectan a casi el 12 por ciento de la población mundial, aproximadamente 450 millones o una de cada cuatro personas alrededor del mundo. Lo más probable es que estas personas no tengan acceso a diagnóstico y tratamiento apropiado. Las estadísticas de 2012 demostraron que 154 millones de personas a nivel mundial sufrieron de depresión, que es una forma de enfermedad mental.
Según la OMS, salud mental se define como “un estado de bienestar en que la gente al darse cuenta de su potencial, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de manera productiva y puede contribuir a su comunidad”. A pesar de las campañas de la OMS miles de personas con problemas de salud mental en todo el mundo se ven privados de sus derechos humanos. Ellos no sólo son discriminados, estigmatizados y marginados. También son objeto de abuso emocional y físico en los centros de salud mental y en la comunidad.
La dignidad se refiere al valor inherente a la persona. Está vinculada al respeto, al reconocimiento, y la a la autoestima, el ser capaz de vivir una vida con dignidad se deriva del respeto de los derechos humanos básicos del individuo. Sólo un cuarto de las personas con un problema de salud mental reciben tratamiento dejando a la mayoría de personas con problemas de salud mental carentes de atención apropiada.
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