Organización deportiva y Juegos Olímpicos

Pablo Isaza Nieto

Han terminado los Juegos Olímpicos de Brasil 2016 y los deportistas colombianos lograron triunfos maravillosos en diferentes disciplinas. La consecución de medallas de oro, plata y bronce estuvo dentro de lo previsible en un país sin una organización deportiva moderna que abarque desde los altos niveles del estado pasando por los estamentos regionales y locales. Si bien poco a poco los gobiernos han tomado conciencia de lo deportivo en la construcción y desarrollo de un país, esta es aún deficiente y fraccionada.

La percepción que se tiene del apoyo del estado al deporte por parte de la opinión pública no es la mejor. Las declaraciones de los deportistas triunfadores en justas nacionales internacionales, siempre deja el sabor de que el apoyo no fue el mejor y que en algunos casos se debió al empeño y trabajo individual. Sin ser del todo así, algo hay de cierto.

Por su parte los gobiernos alegan que sí apoyan el deporte y que existen planes para cada una de las disciplinas. También algo hay de cierto. Sin embargo, el balance final es que se está lejos de una verdadera cultura del deporte en el país en la que este sea uno de los pilares fundamentales del desarrollo cultural y social.

Veamos a manera de ejemplo, que sucede en países con menor desarrollo económico y social y con menores riquezas naturales que Colombia que lograron un número mayor de medallas: Uzbekistán, república creada en 1991 cuando se disolvió la Unión Soviética: 400 mil kilómetros cuadrados sin salida al mar. Tres veces menos rico que Colombia. Veintinueve millones de habitantes.

En Uzbekistán las estructuras gubernamentales, las organizaciones públicas y los departamentos regionales del deporte son los encargados de los escenarios (infraestructura) y del entrenamiento de carácter masivo de niños y jóvenes. Tiene 32 federaciones nacionales, miembros de las federaciones internacionales. La preparación de entrenadores se lleva a cabo por parte del Instituto Nacional de Entrenamiento Físico, instituto de educación superior que recibe dos mil estudiantes por año. Posee 231 estadios de diferentes niveles, cinco mil 231 escenarios de fútbol sala, además de escenarios de todo tipo. La institución del Desarrollo del Deporte del Niño integra el deporte a la educación. Posee mil 113 escenarios y 252 complejos deportivos para ellos. Más de millón y medio de niños están inscritos en 30 deportes.

¿Qué pasaría si Colombia tuviera una organización deportiva similar a Uzbekistán? Con seguridad estaría en los primeros lugares del deporte mundial. En palabras de entrenador cubano de boxeo, Rafael Iznaga “con el biotipo de este país, Colombia estaría para cosas grandiosas”.

Colombia está orgullosa del desempeño de deportistas olímpicos. Ellos son el resultado de la disciplina, el amor a su deporte y a Colombia.

Un último comentario. El salario de un parlamentario en Uzbekistán no llega a los cinco millones mensuales; en Colombia son 30 millones. Los gobernadores de las provincias de Uzbekistán no viajan a las olimpiadas con viáticos oficiales “en comisión especial al exterior”. Por eso el dinero alcanza para el deporte de sus niños.

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