Obesidad, azúcar y gaseosas (II)

Pablo Isaza Nieto

En el mundo, las bebidas azucaradas están estrechamente ligadas a la epidemia universal de obesidad. Según la Organización Mundial de la Salud, los niños obesos y con sobrepeso están en mayor riesgo de desarrollar serios problemas de salud como diabetes, hipertensión arterial, asma y otros problemas respiratorios, trastornos del sueño y enfermedad hepática. También pueden sufrir de efectos psicológicos, como baja autoestima, depresión y aislamiento social.

Para la Organización Mundial de la Salud, OMS, el consumo de bebidas endulzadas con azúcar es alto en muchas partes del mundo. Estas bebidas contienen azúcar como sacarosa o fructosa, a menudo en grandes cantidades. Las calorías proporcionadas por las bebidas azucaradas tienen poco valor nutricional y no dan la misma sensación de plenitud que proporciona el alimento sólido. Como resultado, puede aumentar su consumo para para obtener más energía, lo que conduce a un incremento de peso.

Estudios han demostrado que personas que consumen regularmente bebidas azucaradas, una a dos latas al día o más, tienen un 26 por ciento mayor riesgo de desarrollar diabetes que las personas que no las consumen. Los riesgos son aún mayores en adultos jóvenes. Un estudio, publicado en la revista médica Jama, en 80 mil mujeres durante 22 años encontró que las que consumían una lata de bebidas azucaradas al día tenían un 75 por ciento mayor riesgo de padecer gota que las mujeres que rara vez consumían este tipo de bebidas. Riesgo igualmente elevado en hombres. Bebidas ricas en fructosa, como las gaseosas endulzadas con azúcar, pueden aumentar los niveles de ácido úrico del suero y, por tanto, el riesgo de gota.

La OMS ha recomendado políticas para disminuir el consumo de bebidas azucarada. Algunos países como México han gravado con un impuesto las bebidas azucaradas. Barbados las gravó con un impuesto del 10% y planea reinvertir los ingresos en salud. Dominica puso un impuesto del 10% sobre estas bebidas y gomas de mascar. Chile ha aplicado un impuesto del 18% del valor añadido sobre bebidas que contengan más de 6,25 gramos de azúcar por 100 ml.

Es necesario anotar que la obesidad es una enfermedad. La obesidad infantil es una enfermedad potencialmente devastadora, que ataca todos los sistemas del organismo. Como en los adultos, la obesidad en la niñez causa hipertensión, aumento de triglicéridos y colesterol, inflamación crónica, aumento de la coagulación sanguínea, daño en las arterias y aumento de la glucosa en sangre. Este conjunto de anomalías lleva a la diabetes, habiéndose identificado aún en niños menores de cinco años.

En estudios realizados en autopsias de adolescentes y adultos jóvenes obesos se encontró que presentaban endurecimiento de las arterias del corazón (arterioesclerosis) lo que significa un riesgo de muerte por infarto del corazón.

Investigaciones realizadas en personas que murieron de infarto en la edad adulta, comprobaron que aquellas que padecían obesidad en la niñez tenían más posibilidad de morir antes de los cincuenta y siete años en comparación con quienes no tenían sobrepeso en los primeros años de vida.   

Comentarios