Presentación del país en la Asamblea Mundial de la Salud

Pablo Isaza Nieto

La última semana de mayo se llevó a cabo la Asamblea Mundial de la Salud, foro anual en que se dan cita las autoridades de salud del mundo. La presentación de Colombia se centró en la relación existente entre los conflictos armados, la guerra y la salud. Por considerar importantes los elementos fundamentales del daño de la guerra sobre la salud de las personas, se incluyen apartes de la presentación hecha por el ministro Alejandro Gaviria.

“Un conflicto como el de Colombia afectó la salud pública de muchas maneras. La violencia estuvo asociada, por ejemplo, con un más lento desarrollo cognitivo y emocional de los niños y con un mayor nivel de agresión de las madres en contra de sus hijos. El conflicto afectó también el acceso y la calidad de los servicios de salud y, en general, impidió una presencia más efectiva del Estado en buena parte del territorio”.

Como lo afirma Colombia ante la OMS, muchos estudios han demostrado que en escenarios de enfrentamientos armados los ciudadanos entran a formar parte de un grupo caracterizado por graves alteraciones en su salud mental. Su comportamiento es diferente a quienes viven en paz y tranquilidad. El individuo que vive un conflicto armado se vuelve temeroso, desconfiado y débil. Se enfrenta a lo desconocido, sin poder hacer planes para el futuro. No sabe qué le sucederá al levantarse: puede ser desplazado de su lugar de origen, perder a su familia o verse privado de sus propiedades. Puede ser herido o morir. Aparece la incertidumbre, una de las formas más temibles de la depresión, teniendo que continuar con su rutina y su trabajo como si el peligro no existiese, y aun aparentar que está tranquilo y hasta optimista para ayudarse a sí mismo y los que lo rodean. En un estado de creciente tensión, se trasforma posteriormente en un individuo en permanente estado de nerviosismo que lo lleva a cometer actos impulsivos y de agresión hacia otros. En este momento sus niveles de salud mental están en el sitio más bajo; tanto los propios como los del grupo.

Colombia ha emprendido un proceso a la finalización de la guerra. “La firma de la paz brinda una gran oportunidad para remediar esta situación, para cerrar las brechas en los resultados en salud entre las grandes ciudades y las zonas rurales, donde la guerra fue más intensa y devastadora. Un país normal es un país que convierte las desigualdades en salud en un objetivo preponderante, en el principal reto de los años por venir. Ya no hay excusas. La mortalidad materna, por ejemplo, es aún mucho mayor en la periferia que en el centro del país. Lo mismo ocurre con la mortalidad infantil y otros indicadores de salud pública”. La finalización de la guerra brinda grandes oportunidades a la salud. Países como Irlanda o Vietnam que vivieron conflictos armados presentan hoy positivos indicadores.

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