Error y riesgo en la cirugía plástica de senos

Pablo Isaza Nieto

El reprochable hecho de utilizar, al parecer y según acusación de la Fiscalía, diplomas adulterados y sin los requisitos necesarios para ejercer la cirugía plástica, ha traído a un primer plano los riesgos de este tipo de cirugía en el país. La valiente denuncia de la paciente Lorena Beltrán constituye la punta del iceberg de una mala práctica médica en este sensible campo. Intervenida por un médico, hoy acusado por la Fiscalía, debió sufrir un calvario que de haber sido realizado por un verdadero especialista no ha debido ocurrir.

Colombia es uno de los países en donde mas cirugías estéticas se practican en el mundo. Según un informe de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica (Isaps), de 2014, la estadística la encabeza Estados Unidos, con 4 millones 64 mil 571 cirugías, el 20.1% de la estadística; siguen Brasil, país en que se llevaron a cabo 2 millones 58 mil 505 procedimientos, el 10.2% del estudio; Japón, donde se efectuaron 1 millón 260 mil 351 operaciones estéticas, el 6.2%; Corea del Sur, con 980 mil 313 cirugías y el 4.8% de la estadística; México, con 706 mil 72 cirugías y el 3.5% de porcentaje global; Alemania, con 533 mil 622 procedimientos estéticos y el 2.6% de las cirugías mundiales; Francia, con 416 mil 148 y el 2.1% de la estadística, y Colombia, país con 357 mil 115 y 1.8% del porcentaje. En 2015 Colombia ya ocupaba el séptimo puesto.

Si bien toda cirugía conlleva algún riesgo, este se minimiza si se tiene las precauciones necesarias. La cirugía estética y reconstructiva, estética, no es la excepción. Lo cirujanos plásticos deben ejercer con un alto grado de competencia y habilidad, valorando cada paciente y sus necesidades. De no ser así, el hecho se constituye en una mala praxis médica, definida esta como “el tratamiento que no cumple con las normas medicas requeridas y que causa daño al paciente”. El cirujano plástico es responsable científica y legalmente del mayor cuidado de su paciente. Esto implica poseer excelente formación en su especialidad y la habilidad necesaria para llevar a cabo una cirugía con seguridad. Cuando se trata de cirugía plástica, los cirujanos tienen la obligación legal de informar (consentimiento informado) a sus pacientes los posibles riesgos menores y mayores antes de la cirugía, así no lo pidan por desconocimiento.

Ciertos riesgos acompañarán todas las cirugías, entre ellas la plástica: coágulos de sangre (trombosis), complicaciones anestésicas, infecciones, reacciones a medicamentos, complicaciones respiratorias y desafortunadamente muerte. Los daños, secuelas y muerte por cirugías plásticas en Colombia pueden considerarse verdadera epidemia. No pasa un día sin que se informe en los medios de comunicación de una nueva muerte. La tasa de muerte por liposucción es, según estadísticas mundiales, de una por cada cinco mil pacientes. La epidemia seguirá en ascenso mientras no se exijan controles más estrictos.

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