El caso clínico de Dewayne Johnson y el glifosato

Pablo Isaza Nieto

Dewayne Johnson trata de no pensar en morir. Los médicos han dicho que el paciente de cuarenta y seis años, con cáncer, podría tener tres meses de vida, pero no le gusta pensar en la muerte. Es padre de tres hijos y antiguo jardinero de una escuela. Ha estado aprendiendo a vivir con la carga de estar en un hospital de cáncer. Sabe que su enfermedad es terminal. En 2014 comenzó a experimentar sarpullidos y otras formas de irritación de la piel, y supo que algo andaba mal. “Solía tener una piel impecable”, recordó. “Fue muy notorio para mí y para otras personas. Esto no era normal”. Pronto, tenía marcas en la cara y lesiones espantosas en todo el cuerpo, y los médicos no encontraban, en principio, qué estaba sucediendo. Johnson tiene linfoma No Hodgkin (LNH), un cáncer de la sangre que afecta el sistema inmunológico y que causa lesiones en la piel. A veces, el cáncer ha sido tan doloroso y debilitante que no puede caminar o estar bajo el sol.

El linfoma No Hodgkin es un cáncer que se origina en el sistema linfático, la red de defensa contra las enfermedades que se extiende por todo el cuerpo. En el linfoma No Hodgkin, los tumores se desarrollan a partir de linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Como causa se pueden mencionar ciertos químicos, como los que se usan para matar insectos y malezas. Estos pueden aumentar el riesgo de desarrollar linfoma No Hodgkin. Numerosos estudios han llevado a considerar una relación causa efecto de pesticidas con el cáncer.

El producto químico que cambió la vida de Johnson es el glifosato, de Monsanto. El glifosato puede encontrarse en alimentos, fuentes de agua y en la orina de los trabajadores agrícolas. Se promociona como “no dañino para la salud”. Sin embargo, la investigación a lo largo de los años ha planteado repetidamente preocupaciones sobre los daños potenciales relacionados con el herbicida, y en 2015, la agencia internacional de la Organización Mundial de la Salud para la investigación sobre el cáncer clasificó el glifosato como probablemente carcinogénico para los seres humanos. El paciente Johnson dijo que no sabía nada de los riesgos en 2012 cuando comenzó a trabajar como jardinero en un distrito escolar. Dijo que no estaba preocupado por los peligros para la salud, dado que las etiquetas de Monsanto no tenían advertencia; en una sesión de entrenamiento, se le dijo que era “lo suficientemente seguro hasta para beber”. También siguió diligentemente las instrucciones de la etiqueta, leyéndolas cada vez que rociaba. Usaba equipo de protección mientras pulverizaba para ser más cauteloso. Pero hubo filtraciones ocasionales, y una vez su piel se empapó accidentalmente. En 2014, después de dos años de uso regular, comenzó a experimentar sarpullidos y otras formas de irritación de la piel. Diagnostico: linfoma No Hodking.

Actualmente cursan en Estados Unidos dos mil cuatrocientas demandas contra Monsanto similares a la que gano Johnson recientemente.

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