¿Por qué no se ven a sí mismos?

María Yolanda Jaramillo G.

Y por eso merecen permanecer con sus cargos, como representantes “dignos”, de quienes los eligieron al máximo órgano de dirección de la Universidad del Tolima, el cual genera todos sus actos de gobierno a través de “Acuerdos”.

Reflexionemos: ¿Cómo se llegó a esta crisis, si existía un Consejo Superior responsable, ético y con funciones reglamentadas por Ley y de estricto cumplimiento?. Veamos algunas:

• Definir, aprobar, modificar y evaluar, por iniciativa propia, las políticas generales por las cuales se orienta la Universidad.

• Aprobar y evaluar el Plan de Desarrollo de la Universidad.

• Aprobar y evaluar el presupuesto anual de la Institución.

• Aprobar la creación, fusión o supresión de órganos y dependencias de carácter administrativo.

• Definir la planta de personal de la Universidad, con indicación de los cargos que serán desempeñados por docentes, por empleados y por trabajadores oficiales, previa propuesta de las instancias respectivas.

• Ratificar las comisiones al exterior del personal docente y las del personal administrativo.

• Autorizar las adiciones y traslados presupuestales que se requieran en el curso de cada vigencia fiscal, y los acuerdos mensuales de gastos.

• Examinar y aprobar los estados financieros de la Universidad.

Al hacer con buen Juicio la lectura de las funciones (8 de las 26 que existen), notamos la repetición de los siguientes enunciados:

• Definir… aprobar… (muchas veces), ratificar, autorizar… no se entiende, si el Consejo Superior aprobó todo; son responsables de la situación de caos que vive actualmente la Universidad del Tolima. En qué momento todos los poderes inherentes a “Gobernar” se hallaban reunidos en una sola persona (Rector), es decir, se estableció una Dictadura en donde el dictador, es el gobernante supremo con facultades extraordinarias para dirigir el destino Institucional.

Sólo ahora el Consejo Superior se pronuncia con la explicación perfecta de qué, se debe hacer, declarar al “Rector como único culpable”; la discusión pasó muy rápido, del tema de “responsabilidad compartida”, a un juicio centrado en lo emocional, sin Fundamento ideológico ~ político, desprovisto de análisis definido por la razón.

Aunado a esta irresponsabilidad, está lo más grave, porque la Universidad es un espacio de Formación Académica (Ciencia) y Formación para la vida (valores), por consiguiente, es muy delicado dirigirse a una población estudiantil, que está más dispuesta a entender guiados por la emoción, que por la razón.

“La juventud es vulnerable, en especial si no tiene las habilidades de discernir”.

Paradójicamente no se culpa al Estado, por no Reconceptualizar su propia idea de Universidad Pública; a las Instancias Directivas, Profesorales, Administrativas, Estudiantiles, por no definir a quién se quiere servir, y cómo es la respuesta de la Universidad a las necesidades apremiantes de la región; además, Consejo Superior, no consagren en la historia, hechos que no deberían suceder, y que deterioran la imagen de la Universidad a nivel Regional y Nacional.

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